En el puerto de Ashdod, los activistas pasarán por un procedimiento de seguridad similar al que se les realiza a los marineros que arriban a cualquier puerto y además se les propondrá, a través de un representante del Ministerio de Interior, firmar un documento en el cual consta que no ingresarán a Israel. Los que accedan serán luego enviados de regreso a sus países de origen en avión, a cuenta de Israel. Los que se rehúsen a dicho acuerdo, serán arrestados.
Luego serán sometidos a un chequeo médico. Se utilizarán las ambulancias del Maguen David Adom para el caso de que alguno requiera de hospitalización. Desde allí, serán trasladados a un centro de detención en Beer Sheva.
Un portavoz militar dijo: «Espero que no haya uso de la fuerza contra nuestras tropas». Y añadió que «debemos recordar que no podemos permitir el ingreso libre a Gaza de un convoy como este, del cual no sabemos qué o quién está a bordo y, debido a ello, actuaremos de acuerdo a lo que la situación requiera».