El Keren Kayemet Leisrael (KKL) fue creado en el año 1901, poco tiempo después de la fundación del sionismo político iniciado por Teodoro Hertzl. El propósito inicial de la organización era el de adquirir tierras en lo que luego sería el Estado de Israel en nombre del pueblo judío, para luego hacerla productiva y convertirla en espacio verde. Para realizar su tarea, se hacía uso de la tradicional “alcancía azul”, mediante las cuales cientos de familias e instituciones judías donaban de acuerdo a sus posibilidades para continuar construyendo el hogar nacional judío. En la actualidad, el KKL toma diferentes objetivos fundamentales para la sociedad israelí, como lo son el cuidado del medio ambiente en el país, la provisión y purificación del agua, y la construcción de nuevos asentamientos.
Durante su visita, buscó conocer a las comunidades y a sus dirigentes, especialmente representantes juveniles y filántropos locales, así como las escuelas comunitarias.
En la reunión con delegados de los movimientos juveniles sionistas, Stenzler se mostró interesado por los problemas que enfrenta la educación judeosionista en el país y mostró interés por el trabajo en conjunto dentro de las diferentes instituciones que acercan a la comunidad con Israel. En este sentido, el KKL y los movimientos juveniles comenzaron un proyecto que fomenta la venta de árboles, otorga ayuda económica a los movimientos para poder mantener su marco educativo y difunde la labor del Keren Kayemet y sus ideales a los educandos de los movimientos.
“El KKL es la organización más grande y fuerte del mundo judío hoy: trabaja la tierra, construye asentamientos nuevos, ayuda en la provisión de agua con 40% del suministro de agua israelí, protege los bosques en más de un millón de dunams, es responsible de kilómetros de bicisendas en todo el país. Hoy incursiona en el mundo de la energía solar y profundiza sus conocimientos sobre el agua, para el bienestar de todos”.
Expresó sus intenciones de trabajar con otros gobiernos nacionales y provinciales para poder compartir las experiencias acumuladas por el Keren Kayemet a lo largo de las décadas de trabajar en una tierra tan inhóspita y poco hidratada como era Israel hace cien años.
Promovió también el proyecto Halutzit, que consiste en construir una comunidad agricultora y floricultora en el escasamente poblado desierto del Neguev, ubicado al sur del país. El proyecto estipula contribuir a la población y el florecimiento del Neguev, basándose en la experiencia pionera de hace décadas por trabajar el desierto y construir el Estado judío.
