AMIA

Nuevamente, Borger desata polémica

Por Kevin Ary Levin

Este julio, la comunidad judía de la Ciudad de Buenos Aires, a diferencia de otros años, no pudo realizar el acto oficial en recordación de las víctimas del atentado a la AMIA. La decisión de postergar el recordatorio fue tomada debido a la rápida expansión la gripe A (H1N1) o gripe porcina, no pudiendo garantizar las condiciones sanitarias que impidieran el contagio durante una concentración de gente importante como esta.

Fue este sábado 18 de julio, en el aniversario exacto del atentado, que familiares y amigos de la víctima decidieron realizar una pequeña ceremonia en homenaje, donde depositaron una flor en el edificio de la mutual judía. Participó en el acto el Jefe de Gobierno Aníbal Fernández, quien acompañó a los familiares y amigos.

El recordatorio, íntimo y proveniente del dolor y el recuerdo que todavía tienen familiares y amigos de las víctimas, fue cuestionado por el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, quien, en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias, lo calificó como un “acto contra la actual gestión de la AMIA y de la DAIA” y protestó por su realización en Shabat, día de descanso en el cual, para aquellos que siguen de forma literal los preceptos religiosos judíos, este tipo de actividades constituye una trasgresión. Para Borger, el acto "fue sólo para confundir a la sociedad y a la comunidad judía". “¿Cómo puede ser que en un Shabat se acerquen a la puerta del edificio a poner una flor?”, dijo el titular de la mutual, empresario del Bloque Unido Religioso (BUR) electo al cargo el año pasado.

Las declaraciones de Borger demuestran una postura totalmente autoritaria en cuanto a su forma de ver al judaísmo, la cual se encuentra fuera de lugar para quien, injustamente, se arroga sobre sí mismo el poder de representatividad por sobre toda la comunidad judía, caracterizada por la diversidad de ideas y prácticas en su seno. La AMIA, como una institución central de la comunidad judía, debería, por principio, respetar esa diversidad mediante el pluralismo y la tolerancia, ideas lejanas a las declaraciones en cuestión.

Además, es lamentable la falta de respeto que, evidentemente, tiene hacia los hombres y mujeres que, desde hace 15 años, recuerdan la muerte de alguien cercano a ellos y exigen justicia.

El Polo del Judaísmo Plural, integrado por Convergencia por un Judaísmo Humanista y Pluralista, ICUF, Meretz e Independientes, se refirió a éste como “otro típico caso de intolerancia y discriminación que pretende imponer conductas a todos los judíos sean o no observantes”.

Los dichos también fueron repudiados, entre otros, por el ex presidente de la AMIA Luis Grynwald y José Adaszko, vicepresidente de AMIA durante el período 2005-2008, quienes enfatizaron la actitud intolerante de Borger.

No queda claro qué enoja más a Borger, si es la violación del Shabat o el hecho de que se haya pasado por encima de su autoridad como presidente de AMIA. No fueron pocos quienes remarcaron el contraste entre las fuertes declaraciones en contra de un inofensivo acto, y la inefectividad de la dirigencia comunitaria en pronunciarse en contra de la designación de “Fino” Palacios al frente de la Policía Metropolitana, estando todavía como sospechoso por haber sido parte del encubrimiento en la investigación de la causa AMIA.

Las declaraciones de Borger, irremediablemente, recuerdan a sus polémicos comentarios (luego negados) aparecidos en Clarín sobre sus intenciones de  “reforzar el papel de la AMIA como representante de los judíos genuinos”, entendiendo “genuino” como aquel “que tiene una vida basada en todo lo que dictamina la Torá (Antiguo Testamento)”. Habrá que esperar, entonces, a ver si estos comentarios ameritan una negación, una disculpa, o, aún peor, el silencio.