La guerra en Gaza

Un tercer camino

El autor es un veterano educador israelí, nacido en Brasil, dedicado en los últimos años a la búsqueda de una pedagogía judía alternativa.

Por Jayme Fucs Bar

Existen hoy en el contexto de la guerra entre Israel y Hamas, diversas realidades. Gran parte de esas realidades están contaminadas por tendencias: los medios de comunicación no siempre procuran entender el conflicto en su profundidad y menos desde una mirada humanizadora.
Lo que existe es una enorme manipulación de la realidad donde cada uno de los bandos utiliza a los medios como un arma de guerra para conquistar a la opinión pública.
El objetivo de esta manipulación es deshumanizar al otro bando, deslegitimar al adversario. No debemos caer en la trampa de ese lavado de cerebros que se expresa en: sionismo es racismo, ataque israelí nazi, todo el Islam es terror, todos los palestinos quieren destruir a Israel.
Quien se compromete con una posición humanista deberá procurar una práctica diferente: el lenguaje de las fotos de la destrucción y los atentados y represalias es sólo la perpetuación de un discurso deshumanizador.
Es importante entender que no existe un ciudadano israelí que no haya perdido algún ser querido en el holocausto, en las 7 guerras de Israel, en los atentados terroristas. Tampoco existe una familia palestina que no haya perdido un ser querido en alguno de los enfrentamientos con Israel. Se trata de una tragedia humanitaria.
El conflicto actual es parte de una disputa histórica, religiosa y cultural por un mismo territorio. La solución de tipo humanista es la división de las tierras reivindicadas por judíos y palestinos en 2 países: Israel y Palestina (esta última en Cisjordania y la Franja de Gaza).
Queremos decir basta a la muerte, a la guerra y a la tragedia de estos dos sufridos pueblos. No debemos caer en la macabra contabilidad de verificar de qué lado muere más gente. Cada ser humano que cae es un acto de autodestrucción de la especie humana.
Debemos dar crédito a un concepto de vida diferente al capitalismo global (representado por el actual gobierno en Israel) y diferente en forma absoluta del fundamentalismo religioso (representado por Hamas, Irán, Hezbollah, Al Qaeda).
¿Ustedes saben por que Hashomer Hatzair, Meretz, Paz Ahora en Israel pertenecer a la tercera vía? Porque son militantes activos contra posturas belicistas y fundamentalistas. Estos movimientos se oponen a políticas destructivas, a la desinformación colectiva, a una división basada en la falsificación de la realidad.
En Gaza también hay palestinos que piensan así, pero no tienen posibilidad -como en Israel- de manifestar su pensamiento de modo abierto, pues viven en un Estado totalitario.
En Israel hay grupos de árabes y judíos -Neve Shalom, Guivat Javiva, etc- que bregan por el diálogo y la coexistencia.
Con nuestros actos, con nuestra práctica podemos crear un nuevo concepto de vida, queremos una tercera vía de esperanza, queremos una sociedad diferente, donde la vida sea sagrada y los seres humanos tengan ese simple derecho de nacer, vivir y morir en paz y con dignidad sin guerra ni violencia.