Medio Oriente

Israel rechaza una nueva tregua propuesta por Arafat

Israel no confía en otra “hudna” (tregua) palestina y exige el desmantelamiento de su infraestructura terrorista en Gaza y Cisjordania para avanzar hacia un proceso de paz definitivo.

Yasser Arafat adquirió una nueva costumbre desde que el Gabinete de Seguridad israelí votara a favor de su deportación: cada día sale a la puerta de su derruida Mukata para dirigirse a las personas allí aglomeradas para agradecer su apoyo y dar algún discurso político.
Luego, con la V de no se sabe qué victoria, saluda sonriente y se retira a su oficina con los vítores de sus seguidores.

Dispuestos a todo

Yibril Rayub, su nuevo consejero nacional de Seguridad y veterano en el diálogo con los israelíes, aseguró que Arafat desea más que nadie un alto el fuego y que la AP está dispuesta a poner todo para que la nueva tregua, propuesta por los palestinos, resulte un éxito.
Según Rayub, para que la “hudna” renazca de sus cenizas es necesario que Hamás, el Yihad Islámico y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa cesen en sus ataques y atentados contra Israel e israelíes y que el Gobierno de Ariel Sharón garantice el cese de los “asesinatos selectivos”, levante los bloqueos y controles militares en las áreas palestinas y no continúe con la construcción del llamado “muro de defensa”.

Desconfianza israelí

La reacción de Israel a la propuesta de Arafat vía Rayub no se hizo esperar.
El portavoz israelí, Raanan Guissin, fue tajante: “No caeremos en la trampa de una nueva “hudna” que sólo serviría para rearmar y reorganizar a los terroristas. Lo único que vale es el desmantelamiento inmediato de las infraestructuras terroristas palestinas, su desarme, la detención de sus miembros y de sus cabecillas. Sólo así podríamos volver a una mesa de las negociaciones”.
El gobierno israelí considera como una “estafa” la oferta llegada desde Ramallah.