Uno grupo sostiene que por «hacer desaparecer» debe entenderse la expulsión del Arafat, que lleva confinado en la Mukata, Ramallah, cerca de dos años.
Otros, sencillamente no descartan que Israel cumpla literalmente la amenaza y elimine físicamente a Arafat dentro de la política de ejecuciones extrajudiciales que viene implementando.
No obstante, no parece ser ésta última la intención del Gobierno, según el Canal 10 de la televisión.
La fuente reveló que una selecta unidad de comandos de Tzahal (ejército de defensa de Israel) lleva meses entrenándose para entrar en la Mukata, capturar con vida a Arafat y sacarlo de allí.
“De aquí no me muevo”
En cualquier caso, Arafat aclaró que si Israel quiere que se vaya tendrá que matarlo.
«Nadie me va a expulsar de aquí. Si tienen bombas me pueden matar pero yo de aquí no me muevo», dijo el veterano líder palestino.
Ante una posible operación del ejército israelí, los organismos de seguridad palestinos sellaron las entradas a la Mukata a fin de obstaculizar el avance de tropas israelíes.
El ejército israelí, por su parte, tomó un edificio del Ministerio de Cultura en Ramallah desde el que puede observarse la sede del gobierno palestino. Se trata de un edificio de varias plantas donde los soldados han establecido, en la última planta, un puesto de observación.
¿Guerra sin cuartel?
A pesar de dar luz verde al ejército para que prepare una acción militar, el Gobierno israelí aclaró que los planes no son inmediatos, y ha dado a entender que se trata del primer paso de una campaña de presiones para que la AP combata a los grupos armados.
Antes de dar ese paso, Israel deberá convencer a Estados Unidos de los beneficios de esa política a fin de que Sharón pueda anular la promesa que hizo hace dos años al Presidente George W. Bush, en cuanto a que no tocaría «físicamente» a Arafat.
La conflictiva decisión fue tomada en Tel Aviv por el gabinete reducido para asuntos de seguridad, que se reunió a pedido de Sharón para decidir la represalia de Israel a los dos atentados del último martes, en los que murieron 15 personas.
El jefe de las brigadas de Al-Aksa ha advertido que si Israel cumple su decisión de expulsar a Arafat ello se traducirá en una guerra sin cuartel contra Israel.
Declaraciones
En declaraciones a la cadena Fox News, Collin Powell condenó la posibilidad de deportar a Arafat, como decidió el gabinete de seguridad israelí.
Además, subrayó que el gobierno israelí conoce la postura de Washington sobre el tema y recordó que si se deporta al líder palestino, Israel deberá contar con una respuesta airada del mundo árabe.
Por su parte, el ex jefe negociador palestino, Sayeb Erekat, dijo que Arafat nunca accederá, bajo ninguna circunstancia, a marcharse al exilio.
“La deportación conllevará la muerte de Arafat y si Arafat muere, también morirá la Autoridad Nacional Palestina. Si eso ocurre, las milicias palestinas se harán con el control de las ciudades palestinas… será la anarquía” advirtió.
El gabinete israelí de seguridad decidió esta semana que Arafat es “expulsable” y lo declaró un “obstáculo total” para el proceso de paz. La decisión se produjo tras dos atentados suicidas el martes 9 de septiembre pasado, en el que murieron 15 israelíes.
El diario israelí Maariv afirmó hoy que también el jefe del servicio secreto interno Shin Bet, Avi Dichter, está a favor de liquidar a Arafat, y considera que esto provocaría unos tumultos que durarían varias semanas antes de que la calma volviera a instalarse.
Por su parte Ahmed Ghuneim, miembro del Comité Central del movimiento Al Fatah de Arafat, afirmó que la cúpula palestina está tomándose muy en serio las amenazas israelíes.
“Si Israel llevara a cabo una acción tan estúpida contra Arafat, toda la región se convertiría en una bola de fuego” advirtió en Ramallah.
Mientras tanto, la policía israelí sigue en estado de máxima alerta tras las informaciones de Inteligencia que apuntan a la inminencia de nuevos ataques por parte de terroristas palestinos.
