Buenos Aires

Políticos a la caza del voto judío

Los políticos que compiten por la gobernación de la ciudad de Buenos Aires se preocupan por hacer buenas relaciones con los integrantes de la comunidad judía porteña quienes, en muchos casos, ven con asombro el desproporcionado interés que comienza a marcarse en ellos. Sobre todo cuando hay que recordarles a los candidatos que no existe tal voto corporativo.

Es sabido que el país está conformado por minorías que conforman una gran articulación cultural que terminó por derrotar, casi sin quererlo, al proyecto del ‘crisol de razas’ en el que pretendía fundir todas las vertientes culturales y étnicas, el liberalismo de fines del siglo XIX.
Más allá de los matrimonios y familias pluriculturales, las identidades han logrado mantenerse de modo de que enriquecen a la sociedad y ayudan a aceptar las diferencias. Y, más aún, las familias que han mantenido las tradiciones a lo largo de los años. Son aquellas que, desde ciertos espacios que aparecen como las corporaciones comunitarias (ya sean judías, musulmanas, armenias, griegas, etc., etc., etc.) salen hoy a aclarar, como el caso de la DAIA dentro de la comunidad judía organizada, de que “no existe el voto judío”, a pesar del esfuerzo de muchos políticos por seducir a las diversas y múltiples comunidades religiosas y étnicas que conforman el país.
A la fecha, de todos modos, el mayor esfuerzo lo hizo el ex presidente Carlos Menem, quien en un recordado discurso dado en la DAIA (en ocasión de las ya acostumbradas visitas de los candidatos a esa institución) se preocupó en destacar a su “nodriza judía” que, afirmaba en ese entonces, lo amamantó enseñándole a amar al pueblo judío. Luego vendrían los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA, pero eso ya es otro tema.

Elecciones 2007

Tres de los actuales postulantes a la Jefatura de Gobierno disponen de estrechos lazos con la comunidad judía porteña:

Mauricio Macri (PRO), llevó a Boca Juniors a Israel, plantó árboles y se relacionó con el operador político y de negocios Osvaldo Schvartzer, aparente ex socio del ex embajador israelí durante el menemato, Itzhak Avirán. Fue Schvartzer quien lo llevó a la Universidad Ben Gurión, del Néguev, el reducto por el que dispuso de posibles negocios entre ambos países. Ha llegado a ceder la cancha de Boca para que los fanáticos de Adonai y Jabad Lubavitch encendieran las velas de Jánuca y festejaran la festividad de Pesaj.

El actual ministro de Educación Daniel Filmus, proveniente del progresista agnóstico de la comunidad judía, identificada con lo que se llama ICUF, algo así como el ala comunista dentro del judaísmo local que nunca reconoció formalmente la creación del Estado de Israel, hasta hace pocos años atrás.
Filmus, en este último inicio del ciclo lectivo, estuvo presente en la apertura formal del los colegios de la Red Escolar Judía llevada a cabo en el Centro Hebreo Ioná de Villa Crespo, donde estuvo junto al embajador de Israel en Argentina, Rafael Eldad; el presidente de AMIA, Luis Grynwald; la directora general de la Dirección General de Escuelas Privadas, Beatriz Jáuregui; el director pedagógico de ese organismo, Baruj Zaidenknop y la directora del Consejo Central de Educación Judía de la República Argentina, Batia de Nemirovsky.

Jorge Telerman, actual Jefe de Gobierno, un judío asumido públicamente (también con fuertes relaciones con la ortodoxia religiosa), trata de afianzar sus vínculos con la comunidad judía porteña.
En junio de 2006 había hecho asumir como procurador de la Ciudad a Agustín Zbar, un judío «religioso» que ya en julio de 2005 fue el primer diputado en jurar en el Congreso con la ‘kipá’ (soliloquio) sobre su cabeza y con la mano sobre la Torá.
Pero Telerman mira a todas las facetas del judaísmo:
1- Acaba de realizar un viaje a Israel donde se interesó por temas vinculados a seguridad y salvataje, además de haberse reunido con el alcalde de Jerusalem. Este viaje fue inmediatamente luego de haber anunciado las elecciones en la ciudad para junio de este año, hecho por el que algunos aseguran que -producto del revuelo provocado por la medida- “estuvo más para las fotos que otra cosa porque tenía la oreja pegada al teléfono siguiendo los acontecimientos en Buenos Aires”.

2- Acaba de asistir a la apertura del ciclo lectivo 2007 a la escuela Scholem Aleijem, a dos cuadras de donde estuvo Filmus, bastión del ala moderada de la comunidad judía local.

3- Firmó un acuerdo de asistencia con la AMIA.

4- Contrató para su gabinete de campaña a Daniel Berliner, ex jefe de prensa de la AMIA, quien le vendió la idea del apoyo comunitario a través de un movimiento vacío, armado probablemente a su necesidad, bajo el nombre de ‘Judaísmo Porteño’. En síntesis, espejitos de colores de los que dicen que Telerman ya se anticipó diciéndole a Berliner que todos los judíos que no lo voten sería culpa suya.

Berliner fue el único que se animó a vender la idea del judaísmo corporativo, y Telerman el único en comprarla: una sociedad que durará lo que duren las ilusiones. De hecho, Berliner no fue parte de la delegación que acompañara a Telerman a Israel.

Estrategias electorales aparte, sería bueno que cualquiera sea el candidato, y cualquiera el que asuma como jefe de gobierno, todos se preocupen por mostrar sus respectivas plataformas de gobierno para todos los ciudadanos de Buenos Aires, y no preocuparse tanto en seducir al electorado judío.