Dirigentes de la comunidad judía alertaron a la policía luego de encontrar la entrada y muros exteriores del templo cubiertos con mensajes racistas. Los vándalos también pintaron dos edificios aledaños.
Los ataques de odio contra extranjeros, negros y judíos aumentaron en Rusia en los últimos años, y muchos defensores de derechos civiles acusaron a las autoridades rusas de hacer oídos sordos a sus reiteradas denuncias.