«¡Por nuestra sangre, por nuestra alma, te apoyaremos Abu Ammar!» -nombre de guerra de Arafat- gritaban a coro los palestinos.
«Sacrificaremos nuestras almas por Arafat» seguían apoyando los manifestantes.
Si la decisión de expulsar a Arafat se cumple, la violencia en Medio Oriente se va a ver incrementada geométricamente. Pero también puede suceder que se un artilugio negociador de Sajhrón y Bush para lograr que el líder palestino termine de aceptar definitivamente las condiciones necesarias para encarrilar el proceso de paz. Si Arafat fuera expulsado de Gaza, su imagen se acrecentaría de tal modo que resulta muy complejo poder evaluar sus connotaciones en la violencia cotidiana en la región.
Unánime rechazo al posible exilio
Lo cierto es que esta posible deportación de Arafat, desencadenó un rechazo generalizado en la comunidad internacional. El propio Gobierno palestino, la Unión Europea y hasta Estados Unidos han advertido de las graves consecuencias para el proceso de paz.
«Arafat es parte del problema y no de la solución. Al mismo tiempo, creemos que su expulsión no ayudaría, porque sólo serviría para que actuara desde otro escenario», afirmó el portavoz del Departamento de Estado americano, Richard Boucher
Shimon Peres afirmó que la expulsión de Arafat sería un «gran error». El actual jefe de la oposición israelí a la cabeza del Partido Laborista hizo estas declaraciones a la cadena de televisión estadounidense CNN poco después de que el gabinete de seguridad israelí diera su luz verde a la expulsión de Arafat de los territorios.
«Fuera de la Mukata (el cuartel general de Arafat en Ramala), Arafat será más perjudicial que allí» afirmó Peres.
El Alto Representante para Política Exterior y Seguridad Común (PESC) de la Unión Europea, Javier Solana, expresó su «grave preocupación» y ha pedido a Israel que no tome decisiones que conduzcan «a una escalada de la violencia. En estos momentos, lo más importante es que se tomen decisiones que no conduzcan a una escalada de la violencia. Israel debe evaluar las consecuencias de una decisión de este tipo», añadió Solana.
El presidente francés, Jacques Chirac ratificó que para él Arafat es «la autoridad legítima, el representante legítimo de la Autoridad Palestina. Sería un grave error intentar eliminarlo políticamente» afirmó.
El flamante designado primer ministro de la Autoridad Palestina (AP), Abú Alá, consideró que la expulsión de Arafat afectará a toda la región. «Llamamos a todos las personas inteligentes en el mundo a frenar esta decisión insana», afirmó el primer ministro tras conocer que Israel ha decidido comenzar le proceso para conseguir la «desaparición» del líder palestino de la zona.
Abú Alá agregó que la decisión israelí «no sólo tendrá consecuencias graves para los palestinos sino para toda la región».
