El gobierno de unidad acordado entre Hamas y Al Fatah, que sí acepta la paz con Israel, no cumplió las exigencias fijadas por la comunidad internacional para reanudar su ayuda humanitaria a los palestinos.
Abbas fue recibido el martes en Amán por el rey jordano Abdula II, y reconoció que el encuentro del pasado lunes -con el Premier israelí, Ehud Olmert, y la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice- fue «tenso y difícil», aunque «no un fracaso, y será seguido por otras reuniones».
Abbas viajará a Alemania, Gran Bretaña y Francia para convencer a los aliados europeos que el acuerdo de unidad fue una gran victoria que debería ser recompensada.
La ministra de Relaciones Exteriores de Israel, Tzipi Livni, no comparte la opinión de Abbas, y lo dejó expresado el martes 20 de febrero cuando dijo que «el acuerdo entre Hamas y Abbas decepcionó a todos aquellos que respaldaron separar a los extremistas de los moderados y crear un gobierno alternativo en la Autoridad Palestina».
La vocera del Olmert, Miri Eisin, descartó también negociar un acuerdo final de paz con Abbas si forma un nuevo gabinete que incluya a Hamas y no respete las demandas de la comunidad internacional.
Israel continuará sus tratos con Abbas, pero sólo en asuntos como mejorar las condiciones de vida de los palestinos y el cese de los ataques palestinos contra Israel.
«No tocaremos las negociaciones sobre la situación final de otros temas», advirtió Eisin.