Parlamento israelí:

Aprueba la creación de una nueva ciudad árabe

Legisladores de todo el espectro político israelí aprobaron –este miércoles 14 de febrero- una ley para construir una ciudad árabe en el norte de Israel, la primera desde la creación del Estado.

La propuesta, impulsada por Hanna Swaid del partido Hadash, fue apoyada por 18 legisladores, incluyendo a Reuven Rivlin (Likud), Shai Hermesh (Kadima), David Azoulay (Shas), y de otros partidos como el laborismo, Meretz, la Lista Arabe Unida y Balad.
La ciudad será la primera comunidad árabe nueva desde la creación de Israel en 1948, a excepción de unos asentamientos en el Negev para albergar beduinos.
La ley estipula que la ciudad tendrá un área comercial y otro residencial, con servicios civiles avanzados para acomodar a la población árabe. La residencia en la ciudad estará abierta a todos los ciudadanos israelíes, sin necesidad de aceptación previa.
La oficina del Primer Ministro Ehud Olmert anunció –el pasado martes 13- que planea una serie de reuniones para tratar el tema de vivienda. Fuentes allegadas al Premier afirmaron que Ahmed Tibi (de la Lista Arabe Unida) dirigirá las reuniones, que incluirán representantes de todas las oficinas gubernamentales afectadas por la ley, además de profesionales de ramos relevantes, como geógrafos, urbanistas y arquitectos.
Tibi afirmó el martes que las reuniones son un paso positivo, pero la iniciativa debe completarse
“La fundación de una ciudad árabe es una necesidad urgente. Debemos decidir en este asunto para ayudar a aquellos que lo necesitan en el sector árabe. Lo que parece revolucionario en Israel, es algo completamente normal en países democráticos,” dijo el diputado.
Taabat Abu-Raas, geógrafo de la Universidad Ben Gurión, le dijo al diario israelí ‘Haaretz’ que “el gobierno debe entender que la creación de una nueva ciudad árabe es en su mejor interés”.
De acuerdo a Raas, los árabes de clase media están buscando mejorar su calidad de vida y deben mudarse a grandes ciudades judías como Carmiel o Nazareth Illit, entre otras.
“El gobierno puede llegar a entender que un establecimiento árabe podría ser una solución apropiada para la comunidad árabe y marcaría un avance en las relaciones entre el Estado y sus ciudadanos árabes,” sostuvo el geógrafo.