«El ejercicio demuestra que Israel está preparado para afrontar un ataque de misiles desde Irán, incluido uno nuclear», señaló el teniente coronel Moshe Fattal, coordinador del Ministerio de Defensa responsable del proyecto, en declaraciones al diario israelí ‘Haaretz’.
«Los misiles son capaces de tratar las futuras amenazas sirias e iraníes tal y como las vislumbramos en la actualidad. Creo que los ciudadanos de Israel pueden dormir tranquilos», agregó.
El objetivo de la prueba ha sido evaluar el desempeño del misil Arrow cuando el misil señuelo fue disparado desde un avión F115 a decenas de kilómetros de distancia.
En las anteriores pruebas, los sistemas de control y tiro estaban siempre en la misma base militar, mientras que en la de esta noche la detección y la interceptación se han efectuado desde dos bases distintas.
El Arrow, conocido en hebreo como Hetz (Flecha), es un proyecto de la Industria Aeronáutica Israelí (IAI) financiado por Israel y Estados Unidos, y su objetivo es derribar misiles balísticos enemigos de medio o largo alcance –como el misil iraní Shihab- fuera de la atmósfera.
El Ministerio de Defensa israelí puntualizó que el objetivo de la prueba consistió en «estudiar y promover las capacidades operativas del sistema, que incluyen la expansión de la cobertura del interceptor contra futuros objetivos que podrían amenazar a Israel».