La decisión de Peretz se produjo después de que el líder de la facción laborista en la Knesset (Parlamento), Yoram Marciano, solicitara que el ministro de Defensa evalúe la posibilidad de cambiar la ruta de la valla con objeto de evitar el impacto negativo que su construcción tendría sobre el paisaje y la naturaleza en la zona.
Recientemente, ecologistas y colonos de la zona de las montañas de Hebrón, al sur de Cisjordania, unieron esfuerzos para detener la construcción del muro dentro del desierto de Judea, que mantienen causará grandes daños a la ecología y la estética de la región.
El presidente del Consejo Regional del Monte Hebrón, Tzvika Bar Chai, también se reunió recientemente con el Comando Central del Ejército israelí para intentar persuadirles de redibujar el trazado de la valla, o cancelar su construcción. Bar Chai contó con el apoyo de uno de los fundadores del movimiento de conservación de Israel, Ezriya Alon.
«La esencia del desierto de Judea es única en todo Israel», constató Alon. «La valla amputará y destruirá sus paisajes y su atracción para turistas y mochileros», afirmó.