Razuri, fotógrafo de la agencia de noticias ‘Agence France-Presse’ (AFP), había sido secuestrado el primero de enero en la ciudad de Gaza. Fue capturado a punta de pistola en una zona céntrica donde numerosos periodistas extranjeros tienen sus oficinas.
Por el momento se ignora la identidad de sus secuestradores.
El fotoperiodista peruano dijo que mientras duró su cautiverio «la única idea que tenía es que mientras estuviera vivo tenía esperanza».
En un principio, la policía palestina dijo que, tras la liberación, Rázuri sería llevado a su hotel. Pero finalmente la comitiva que escoltaba al periodista se dirigió al despacho del presidente palestino Mahmud Abbas, según dijo Tayeb Abdel Rahim, un allegado de Abbas.
Fuentes de Al Fatah dijeron que su movimiento y los Comités de Resistencia Popular, un pequeño grupo de milicianos de Gaza, mediaron en la liberación.
El canciller peruano, José Antonio García Belaunde, explicó que su gobierno no intervino en la negociación para la liberación de Rázuri, tarea que realizaron las autoridades palestinas a quienes expresó su gratitud. Añadió que el fotógrafo «está sano y feliz, y dijo que espera poder volver cuanto antes con su familia» en Perú.
El episodio de Rázuri fue el más reciente de una serie de secuestros de extranjeros en Gaza, especialmente de periodistas y trabajadores de ayuda humanitaria. A diferencia del fotógrafo peruano, la mayoría de las víctimas fueron liberadas después de pocas horas de haber sido capturadas.