Todavía sin especulación
La especulación no parece haber llegado al satélite y el precio del suelo es bastante asequible, aunque todavía no está urbanizado. Una parcela lunar de 4.000 metros cuadrados se vende al módico precio de 45 euros, una oferta que está al alcance de cualquier bolsillo.
Sólo en diciembre, más de 1.000 israelíes han comprado su correspondiente parcela a una empresa que se anuncia en internet (www.crazyshop.co.il), una de las páginas más visitadas por los internautas de este país.
La empresa tiene la exclusiva para la venta en Israel de parcelas lunares y vende los terrenos de acuerdo con la parcelación que en su momento hizo el estadounidense Dennis Hof, quien hace años le vio un gran futuro a este negocio.
La idea fue en su origen una especie de broma, pero los israelíes no se lo toman así y creen que se trata de una sólida inversión a largo plazo que puede beneficiar en el futuro a sus descendientes, puesto que están convencidos de que el precio del suelo lunar aumentará sensiblemente algún día.
Todo comenzó en los años setenta, cuando Dennis Hof registró a su nombre todos los astros del sistema solar con excepción de la Tierra, los parceló y los puso a la venta. Al principio la idea no fue muy bien recibida y apenas se presentaron compradores, pero conforme el tiempo fue pasando el número de clientes se fue multiplicando.
En algunos países existen leyes que permiten a cualquier persona registrar a su nombre las tierras que no pertenecen a nadie, y esto es lo que hizo el avispado estadounidense.
Según la ‘Carta del Espacio Exterior’ que aprobó la ONU en 1967, los Estados no pueden ejercer derecho de propiedad sobre el territorio extraterrestre, pero justamente lo que la ONU prohíbe a los Estados no se lo prohíbe a los particulares.
Ventas en alza
Hasta ahora se han vendido en todo el mundo 225.000 millones de metros cuadrados de la Luna y la tendencia ha ido en aumento cada año, de manera que la empresa de Hof cuenta con un gran futuro.
“Nunca llegamos a pensar que el plan de la NASA de establecer una base permanente en la Luna en 2020 tendría estas consecuencias”, afirma Daniel Yarón, director general de la página de Internet. “Antes, la gente pensaba que una parcela en la Luna era un regalo original, pero ahora regalan el terreno como una inversión, pensando en el futuro de sus hijos y nietos”.