Carta de Shimón Peres por la muerte de Teddy Kollek:

“Su espíritu vivirá en el paisaje de Jerusalem”

El viceprimer ministro israelí, Shimon Peres, escribió la carta, que reproducimos a continuación, en ocasión del fallecimiento de Teddy Kollek, ‘el alcalde de la paz’, que estuvo al frente de Jerusalem desde 1965 hasta 1993.

Por Shimón Peres

Teddy, mi amigo, mi hermano, se ha ido.
Teddy fue un constructor nato. Desde Herodes no existió un constructor como él en Jerusalem. Desde la lejanía lamento la pérdida de quien gozó de una larga vida, llena de pródiga acción, por su aporte indiscutible en el transcurso de sus largos años y por sus facultades.
Mi amigo Teddy, dueño de una personalidad multifacética, actuó en diversos y complejos sistemas durante el transcurso de su vida.
Oriundo de Austria, fue un joven vanguardista que levantó junto a sus compañeros un bello kibutz en las costas del Kineret, majestuoso y mágico. Ein Guev fue su hogar por años, y para el país un símbolo de la presencia sionista y valuarte de seguridad.
Teddy supo estar y actuar en las situaciones requeridas por el pueblo antes de ser Estado: llevó a cabo en Europa actividades para la salvación de judíos durante la Shoá, contribuyó en el traslado de sobrevivientes de los campos de exterminio a Palestina en la época de “la huída” y en la adquisición de armas para la Haganá. Desde el nacimiento del Estado se mantuvo a la vera del Primer Ministro, David Ben Gurión, quien le confió funciones relevantes. Como uno de los primeros representantes del Estado en Washington y como Director General de la oficina del Primer Ministro – imprimió Teddy el prototipo de dirección, relaciones humanas y formas que deberían servir de ejemplo hasta hoy en día.
Me encontré con Teddy en una costa del Kineret, y desde entonces nuestros caminos se entrelazaron en los cruces de acción política e institucional. Siempre admiré la tozudez y perseverancia por el logro de sus objetivos, acompañados éstos de carisma inusual y magnetismo personal.
Cuando fundamos Rafi (Lista de Trabajadores de Israel que se apartó del mitológico partido Mapai), lo propuse junto con Itzhak Navón, como candidato a la Intendencia en la Municipalidad de Jerusalem, las posibilidades eran casi nulas, pero Teddy ganó. Este fue el triunfo de Jerusalem. El unificó lo nuevo y lo antiguo, respetó las viejas generaciones e invitó a las nuevas a embellecer los hermosos jardines y sus empresas sociales exclusivas y, asimismo, creó centros culturales como el extraordinario Museo de Jerusalem.
Teddy continuó sus funciones de Intendente cerca de 3 décadas y fue él quien condujo el extraordinario desarrollo de una capital admirada por el mundo por sus construcciones y las relaciones de los pueblos con ella. Con su particular y especial manera, Teddy trató de unificar Jerusalem por un sendero que significara un hogar para cada ciudadano que viviera en ella: árabes, judíos y cristianos, ortodoxos y laicos – una mezcla impresionante de personas totalmente diferentes y de aspiraciones tan divergentes.
Tolerancia, perseverancia y apertura fueron los valores que lo caracterizaron en la dirección de la ciudad. “Es triste ser Intendente de Jerusalem”, escribió el poeta Yehuda Amihai refiriéndose a Teddy , «pero él convirtió la tristeza en una virtud”. Muchas veces observamos su soledad frente a los difíciles y complejos problemas, los cuales sabía solucionar de la mejor manera al culminar el día.
El espíritu de Teddy vivirá en el paisaje de Jerusalem.
¡Bendita sea su Memoria!