El número de palestinos muertos se triplicó respecto de 2005, en que murieron 197 personas, mientras que los distintos grupos guerrilleros mataron a 23 israelíes durante 2006 -17 de ellos civiles- contra los 50 asesinados el año anterior.
En su informe anual, B’Tselem reportó la muerte de 4.706 individuos desde el comienzo de la Segunda Intifada en septiembre de 2000. Del total, 4.005 eran palestinos y 701 israelíes.
Según el informe, la mayoría de las bajas palestinas en la Franja de Gaza ocurrieron en el segundo semestre del año, luego del secuestro del soldado israelí Guilad Shalit. De las 405 muertes ocurridas en este período, 205 corresponden a palestinos no involucrados en combates o enfrentamientos.
Como conclusión, B’Tselem observó que en 2006 hubo una mejora concreta del derecho a la vida de los civiles israelíes mientras que “se deterioró la situación de los derechos humanos en los territorios ocupados (con los palestinos), particularmente por el aumento de civiles muertos y la destrucción de casas e infraestructura en la Franja de Gaza”.