La A.M.I.A. y la Asociación de Sobrevivientes de la Shoá (filial Argentina) repudiaron el intento revisionista y negacionista iraní.
En la ceremonia, encabezada por el titular de la A.M.I.A., Luis Grynwald, brindaron su testimonio distintos sobrevivientes del Holocausto.
Grynwald, como hijo de sobrevivientes, expresó su “enérgico repudio a la negación de la Shoá. “Como judío, dijo, tengo el deber de contarle la historia a mi hijo, pero no solo mi historia sino también la historia de la historia, que es también la historia de mi hijo”.
Sobreviviente y Madre de Plaza de Mayo
Sara Rus, quien estuvo en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, recordó cuando fue deportada luego de vivir un tiempo en un gueto: «tenía 16 años. Allí mataron a toda mi familia. Al llegar nos desnudaron y nos cortaron el pelo».
“Un piojo, tu muerte decía un cartel donde nos cortaron el pelo”, prosiguió Rus, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora producto de la desaparición de uno de sus hijos durante la dictadura.
A pesar de esta suma de tragedias, Sara es una mujer dulce con una intensa voluntad y alegría de vivir que se le nota en unos ojos vivaces, casi tanto como los de una adolescente con todo un mundo por descubrir. Ternura, pena e historia se reúnen en esta mujer valiente y conmovedora que, como luego diría Salomón Feldberg, sigue apostando por la vida.
“Nos negamos a morir”
Feldberg, víctima de los experimentos de Josef Mengele, afirmó que «del tren en el que llegué yo al campo, que tenía 2.400 personas, sólo sobrevivimos 11 chicos».
Feldberg no tiene respuesta a los motivos de la supervivencia más allá de no haberse “entregado a la muerte, todos queríamos vivir”.
Aseguró que «nos usaron como conejillos de indias para sus experimentos. Nos inocularon hepatitis. Pudimos sobrevivir gracias a la mediación de unos prisioneros daneses» quienes fueron declarados ‘justos de la Humanidad’ a pedido de Feldberg y sus compañeros a Yad Vashem (el Museo del Holocausto de Jerusalem) y al luego creado Estado de Israel.
«Estamos aquí porque apostamos a la vida. Nos negamos a morir», recalcó Feldberg.
Ofensa superlativa
En el acto estuvo presente el gran rabino de la Argentina, Shlomo Ben Amu, quien calificó la conferencia iraní como una «ofensa en grado superlativo».
Ben Amu reflejaba la idea de los sectores religiosos, consternados por la presencia en Teherán de rabinos pertenecientes a la corriente ultraortodoxa denominada Naturei Karta. Esta línea religiosa judía no reconoce la creación del estado de Israel dado que, afirman, Israel existirá sólo con la llegada del Mesías, a quien siguen esperando. A tal punto niegan la existencia de Israel que no viven en este país ni hablan el idioma hebreo considerado santo.
Nada que demostrar
José Moskovits, presidente honorario de la Asociación Israelita de Sobrevivientes de la Persecución Nazi, repudió en nombre de su organización la ocurrente locura iraní.
“Nosotros, los sobrevivientes, ya no tenemos que demostrarle a nadie que fue cierto” afirmó respecto al Holocausto.
“Repudiamos la permanente provocación y difamación del presidente de Irán y solicitamos a toda la sociedad argentina, a sus dirigentes, a los intelectuales, a los artistas y a todo el pueblo argentino a adherirse a este repudio compartido pro el mundo civilizado”.
Por último se dio a conocer que la diputada ‘Lilita’ Carrió, junto a sus compañeros de bancada Marcela Rodríguez y Adrián Pérez, adhirieron al acto organizado y presentaron (en el Parlamento argentino) un proyecto de declaración de rechazo al seminario realizado en Irán.
También adhirieron y estuvieron presentes representantes de la OSA, DAIA y FACCMa; de las embajadas de la Unión Europea, Austria, Francia, Rusia, Croacia y Rumania; del Centro Simón Wiesenthal, de la Cancillería y el INADI.