Olim al HaShuljan

Historia

Hace un año en el Centro de Teatro Alternativo de la ciudad de Shlomi empezó a desarrollarse un proyecto teatral destinado a artistas Olim Jadashim con el respaldo del Ministerio de Absorción.

Bajo la dirección de Pablo Zalsman y Alan Kolchinski, un grupo de seis artistas argentinos (hoy cinco) provenientes de diferentes ramas tales como la pintura, la fotografía, el canto y la actuación, del trabajo en conjunto nació la obra que se tituló ‘Olim al HaShuljan’.
La obra se estrenó en diciembre de 2005, y desde esa fecha se lleva a cabo periódicamente en el centro de Shlomi.
El elenco está integrado por :
Graciela Jaichenko, Gabriel Relak, Gustavo Bustamente, Marcos Lion y Dori Lustron.

La obra

Un escenario a modo de pasarela recibe al publico que se ubica en derredor del mismo mientras Mercedes Sosa y Milton Nascimento llegan a ofrecer su corazón, diversas imágenes se van sucediendo en la pantalla que nos hablan de la vida de los personajes que, en breve, empezaremos a conocer.
Cuando León Gieco empieza su canción para luchar vemos llegar a los nuevos inmigrantes que buscan su lugar en esta tierra.
Los relatos se empiezan a sucederse y entrelazan pasado, presente y futuro; los roles dejados y los nuevos se cruzan en un desfile de modas que empieza a mostrar la adaptación o la transformación y sus resistencias.
Luego, diferentes cuadros se combinan como un álbum de fotos vivientes y allí vemos cómo se puede pasar de los buenos modales a los modales israelíes, de un entrenamiento de fútbol al ejército, pasando por una ceremonia ritual de un singular entierro.
La visita a un salón de tango nos traslada a un Buenos Aires lejano en lo físico pero presente en los corazones. De pronto la obra nos lleva también a recorrer Jerusalem como el otro lado del aquí y allá.
Para terminar, un rock actual y presente nos trae a la cruda realidad para dejarnos en un cierre ceremonial y emotivo alrededor de una mesa familiar con el correspondiente ingrediente gastronómico.
En definitiva, una obra que cuenta cinco historias simples pero que pueden multiplicarse por las cientos de miles o de millones de inmigrantes que encuentran su común denominador en ella.
Una historia de lucha cotidiana, esa que nunca parece terminar, donde todos podemos identificarnos porque siempre da la sensación de que estamos llegando.