El mandatario sirio dijo -el sábado 7 de octubre- que Israel y Estados Unidos habían «abandonado» el proceso de paz en Medio Oriente y que Siria debía «estar preparada todo el tiempo», según el diario kuwaití ‘Al-Anba’.
«Es normal esperar que si no hay paz, haya guerra. Por eso hemos comenzado a prepararnos como podemos. Todo el mundo sabe que Israel es fuerte militarmente y que es ayudado directamente por Estados Unidos. Y nadie se abstendría de defender a su país en caso de agresión», expresó el mandatario que, de todos modos, dijo preferir una salida diplomática.
En Israel, el consejero político del ministro de Defensa Amir Peretz, Amos Gilad, evaluó que «las declaraciones de Assad deben tomarse en serio y es preocupante que continúe hablando de guerra», añadió.
De todos modos, puso un matiz a la gravedad de la situación al considerar que si bien tuvieron «un tono de amenaza» y revisten «una gran importancia a largo plazo (…) por ahora no ha cambiado nada en la situación de seguridad (de Israel) ni hay una amenaza concreta».
«No tenemos deseo alguno de iniciar un conflicto militar con Siria», señaló Gilad.
El ex canciller israelí Silván Shalom, diputado del partido de derecha Likud, llamó -el domingo 8 de octubre- al Gobierno a «tranquilizar» a Siria.
«Israel debe actuar en la arena internacional para reducir la tensión que está creciendo», dijo Shalom.
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