George.
Sé que en estas, que espero sean tus últimas horas al frente de la DAIA, sentirás la terrible necesidad de hacer un balance de tu gestión.
Y como me siento tu amigo virtual, además del grupo selecto que integran Rubén, Juan José, Carlos Vladimiro y algún otro, quiero ayudarte en tan ardua tarea.
Enumeremos:
– Llegaste al cargo sin que nadie te elija, en lugar de Gilbert Lewi.
– No podés subir al escenario a hablar en ningún acto público.
– Apoyaste a Beraja.
– Defendiste a Galeano.
– Te distanciaste de la AMIA.
– Kirchner te tiró de las orejas más de una vez por tus dichos desafortunados.
– ¡¡¿¿Y para terminar tu inolvidable mandato, salís con los tapones de punta para defender a Beraja en nombre de todos nosotros???!!
Jorgito… ¿mirá que sos creativo, eh?…, ahora que hasta Grynberg pide que lo investiguen, vos lo protegés…eso es un amigo fiel.
Por eso Jor, ahora que no te deben sobrar tipos que se te acerquen, me arrimo y te digo: CALLATE JORGITO.
Volvé a tus cosas, alejate, tomate tu tiempo para preparar la defensa de Rubén, que lo va a necesitar.
Y para que veas que yo también soy de fierro, si me prometés que no volvés a la DAIA, te invito a la redacción de Nueva Sión, así nos explicás cómo hiciste para estar, siempre, del lado incorrecto.
Jorge Kirzenbaum, vos no representás a nadie y lo sabés, tené esa mínima dignidad de retirarte en silencio.
Nosotros te lo vamos a agradecer eternamente.
Te lo digo como amigo, antes te pedí que renunciaras y no me escuchaste, ahora que ya es tarde te lo digo con la mejor onda, casi como abrazándote a la distancia:
Callate Jorgito, callate de una vez…