La reunión se realizó en el hotel Four Seasons por unas dos horas y media. El canciller Taiana declaró a los enviados de la agencia Télam que el encuentro había sido «una buena reunión, aún exponiendo las diferencias».
Bien puede decirse que la relación entre el establishment de la comunidad judía en Argentina y el gobierno no está atravesando por su mejor momento.
La comunidad se muestra insatisfecha con los esfuerzos realizados por el gobierno, referidos al intento del esclarecimiento de la causa, y preocupada por el incremento del antisemitismo y la relación asumida con Venezuela, dado el fuerte vínculo que se viene estrechando entre éste país e Irán.
El gobierno, por su parte, se muestra insatisfecho con las declaraciones públicas del Presidente de la DAIA, Jorge Kirszenbaum quien, a pesar de estar cerca del final de su mandato, sigue sin registrar los momentos políticos para hablar y avanza en las quejas por el procesamiento de Rubén Beraja.
Fuentes americanas afirmaron a Nueva Sión que la delegación argentina no asumió ningún tipo de compromiso acerca de cuándo darían a conocer las conclusiones e investigaciones llevadas adelante por el Fiscal Alberto Nisman, referidas a la causa AMIA, y ratificaron los dichos del canciller Taiana.
El vicepresidente de la B´nai Brith, Daniel Mariaschin, realizó una crítica velada a Néstor Kirchner: «los gobiernos deben alentar la tolerancia y levantar la voz» ante los hechos de antisemitismo.
Daniel Mariaschin, uno de los voceos del encuentro, destacó: «Nos preocupa cada vez que se demoniza a Israel y consideramos que eso es antisemitismo [por eso] expresamos nuestra preocupación».
Además, indicó que cada vez que suceden hechos semejantes, tanto en la Argentina como en cualquier otro país del mundo, «los gobiernos deben alentar la tolerancia y levantar la voz».
La presidenta de la Unión Internacional de Mujeres sionistas, Evelyn Sommer, recalcó algunos dichos de Cristina Fernández de Kirchner. Sommer señaló que la «senadora comentó que no se podía decir que en la Argentina había una campaña de antisemitismo, sino que existen algunos grupos muy extremistas que, en realidad, cuando atacan a instituciones judías lo que tratan de hacer es atacar al gobierno argentino”.
En síntesis, la reunión se llevó a cabo en una tensa calma que reflejó el mismo grado de problemática oculta existente en el país entre el gobierno y la dirigencia judía local.