Renaciendo de las cenizas

La oportunidad de la reconstrucción del Segundo Estado de Israel y la Arquitectura de la Esperanza, que se erige no solo como una respuesta a la tragedia, sino como una posibilidad consciente de rectificar y enmendar los errores del pasado
Por Por Darío Teitelbaum*, Desde Kibbutz Gvulot, alrededores de la franja de Gaza.

En la oscura noche del 7 de octubre de 2023, el primer Estado de Israel fue consumido por las llamas, evocando inevitablemente comparaciones con tragedias históricas.

Aquel fatídico día, el grupo islamista Hamas lanzó un ataque sin precedentes contra Israel, matando a unas 1.400 personas, secuestrando a más de 240, y dejando un saldo de miles de heridos, 200.000 desplazados del Sur y del Norte de Israel, que fue atacado por el Hezbollah desde el Líbano.

Si bien la destrucción física no fue de la escala de las tragedias del pasado, se trata de la destrucción del “Israel como hogar nacional judío, seguro y abierto”, vale decir que la destrucción es simbólica y parcialmente material.

Este ataque constituyó un triple colapso:

El colapso de las políticas de estado de los últimos 15 años en el supuesto “Management del Conflicto”, la degradación de la ANP y el fortalecimiento de Hamas, y la política militar de “rounds” cuasi bélicos contra el Hamas ante el lanzamiento de misiles e intentos de atentados.

El colapso de la doctrina de seguridad nacional, ya que lo “rudimentario” supero lo “sofisticado”, dejando a la población del Neguev indefensa y hasta desprevenida del asesino ataque del Hamas, y la asignación de recursos de seguridad con una notable preferencia hacia los territorios ocupados en la Franja Occidental (Judea y Samaria).

El colapso del Estado en su rol de proveer seguridad, bienestar y asistencia a su población, tanto en rutica y obviamente en momentos de crisis. Ante la incapacidad función del gobierno, se erigen la sociedad civil y el voluntarismo para dar respuesta a las necesidades crecientes de la población.

A partir de estos días, de nada va a servir sostener los lemas del pasado acerca del Sionismo como “movimiento de liberación del pueblo judío”. Ese sionismo que fundó el Estado, habiendo tenido el movimiento kibutziano y el sionismo socialista un rol estelar, yace en las cenizas de Kfar Aza y Sderot, Beeri y Nir Oz, Nir Yitzjak y Ofakim y demás poblaciones damnificadas por la invasión asesina del Hamas. Y en diferente escala yace bajo los escombros de una Gaza afligida y arrasada como resultado del accionar de su propio gobierno dictatorial que conllevó la avanzada militar israelí.

En esta situación trágica, la esperanza se encarna en “La Reconstrucción del Segundo Hogar Nacional del Pueblo Judío, y la oportunidad de enmendar errores del Primer Estado de Israel.

1) La premisa territorial y de soberanía nacional: la reconstrucción del Estado de Israel basado en la premisa de “Dos Estados para dos pueblos”, la adopción de la ANP como correspondiente al diálogo y las negociaciones, en el concierto de una alianza internacional de reconstrucción del Medio Oriente.

2) La premisa socio económica: el restablecimiento del rol del “Estado presente” en todos los estamentos de la sociedad, la toma de decisiones en base a las necesidades reales y no de la supervivencia política, la reducción de brechas salariales y sociales, y la integración de las comunidades judías en la economía nacional.

3) La premisa identitaria: el desarrollo de políticas conjuntas del “Pueblo israelí”, que incluye toda la población actual y futura, más allá de pertenencia religiosa, cultural y étnica de las diversas poblaciones, mayorías y minorías.

4) La premisa democrática: la abolición de las leyes discriminatorias, disgregantes y antidemocráticas, dando lugar a la confección de una Constitución que exprese la voluntad democrática e igualitaria.

5) La premisa del “Peoplehood”: reestablecer el diálogo y el relacionamiento entre Israel y las comunidades judías basado en la igualdad y el compromiso mutuo.

6) La premisa de religión-Estado: restablecimiento de la “razón de Estado” basada en la igualdad ciudadana, la atención a las necesidades de las comunidades confesionales sin que esto incida en la relación ciudadano-Estado.

Estas premisas no son sino tópicos centrales para tener en cuenta en la reconstrucción del Segundo Estado de Israel, y el desarrollo de la Arquitectura de la Esperanza.

El renacimiento del segundo Hogar Nacional del Pueblo Judío se erige no solo como una respuesta a la tragedia, sino como una oportunidad consciente de rectificar y enmendar los errores del pasado. A medida que la comunidad judía avanza, la reconstrucción se convierte en una expresión tangible de aprendizaje histórico y evolución sionista.


* Presidente de la Unión Mundial de Meretz.