¿Escuchó Tzahal las advertencias de generales norteamericanos de no convertir Gaza en otra Faluya?

Presentamos el tercer artículo de la serie sobre la guerra de Israel con Hamas, de Leonardo Senkman, en la búsqueda de asomarnos a la complejidad de los procesos que confluyen en esta dramática situación desde una perspectiva sociohistórica, anclada en los más recientes y vertiginosos acontecimientos, que no dejan de sorprendernos.
Por Leonardo Senkman

El 23 de octubre, en vísperas de la reciente incursión terrestre en Gaza, expertos militares norteamericanos que habían participado en la invasión a Irak arribaron a Israel para alertar a altos mandos militares israelíes de no repetir graves errores en que ellos mismos incurrieron contra la población civil durante sangrientas batallas urbanas. Faluya fue la más encarnizada (noviembre-diciembre 2004); estuvo planificada para limpiar la ciudad de la guerrilla yihadista y vengar atrocidades perpetradas contra las fuerzas mercenarias norteamericanas.

La administración Biden eligió especialmente a un general de tres estrellas del Cuerpo de Marines para asesorar a Tzahal antes de ejecutar su asalto táctico en Gaza. El general James Glynn, ex comandante del Comando de Operaciones Especiales del Cuerpo de Marines, tiene una experiencia significativa en la guerra urbana en Irak, particularmente en la batalla de Faluya, donde comandó algunos de los combates más sangrientos. Desde el ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre, a Estados Unidos le preocupa cada vez más la estrategia de Israel de entrar en Gaza con un gran número de tropas terrestres, lo que arriesgaría arrojarla a una ocupación sangrienta e indefinida (Natasha Bertrand, Oren Liebermann, MJ Lee Katie Bo Lillis.“Asesores militares estadounidenses instan a evitar un ataque terrestre total en Gaza y tienen como base las experiencias de Iraq” en https://cnnespanol.cnn.com/2023/10/24/noticias-guerra-israel-hamas-gaza-palestinos-muertos-ataques-orix-4/)

Los consejos logísticos del general James Glynn se basan en estrategias desarrolladas por la coalición liderada por Estados Unidos para recuperar la ciudad iraquí de Mosul de manos de ISIS. Al igual que Hamás, ISIS construyó túneles en Mosul y utilizó a civiles como escudos humanos, dificultad que hizo mucho más dura y prolongada de lo previsto la lucha para retomar la ciudad.

Estados Unidos ha instado a Israel a evitar que una invasión terrestre a gran escala pueda poner en peligro a los 240 rehenes que aún mantiene Hamás en Gaza. La más reiterada recomendación de los militares norteamericanos a Tzahal es evitar víctimas civiles gazatíes. Por eso, Biden viene invitando al Primer Ministro israelí en sus recientes conversaciones a pensar cómo se desarrollaría tal invasión y cuál sería la estrategia de salida. El presidente estadounidense intentaba “conseguir que [Netanyahu] use su cabeza, no su corazón”, y evitar transformar Gaza en una nueva Faluya. (Iagir Levi: “¿Escuchará Israel las lecciones de Faluya?”, Haaretz, 29/10/23)

Faluya (400.000 habitantes musulmanes sunitas vivían en la llamada Ciudad de las mezquita) fue dos veces objeto de invasiones masivas por marines durante la guerra en Irak. La primera tuvo lugar en abril 2004 para vengar el asesinato de mercenarios de Kellogg Brown & Root, una empresa subsidiaria de la corporación Hulliburton, Quemaron los cuerpos y luego sus cadáveres fueron expuestos públicamente. La Administración y los medios de comunicación estadounidenses dieron una enorme publicidad a aquel ensañamiento popular. El vídeo de los cuerpos ardiendo fue exhibido repetidamente en la televisión con el designio de criminalizar como monstruos a los fundamentalistas iraquíes sunitas y justificar una venganza feroz. Sin embargo, en la primera batalla de Faluya, las fuerzas invasoras tuvieron que pedir alto el fuego y ser evacuadas.

Faluya no ha sido el único lugar donde la insurgencia yihadista vinculada a Al Qaeda incendiaba cadáveres de mercenarios norteamericanos. Otra hoguera fue encendida por la insurgencia el 20 de septiembre 2004 en Duluiya, ciudad sobre el Tigris en la provincia de Saladino; un convoy de mercenarios de Kellogg Brown & Root equivocó la ruta para llegar a una base militar. Según un reportaje en The Daily Telegraph (22 de octubre 2004) «[…] mientras los camiones trataban desesperadamente de dar la vuelta, docenas de resistentes árabes suníes, que empuñaban lanza-misiles y rifles automáticos, emergieron de sus casas». Dos mercenarios murieron en el tiroteo. Otros dos sobrevivieron a los disparos iniciales, pero luego fueron sacados a rastras fuera de los camiones, obligados a arrodillarse en la calle ante los habitantes y finalmente ejecutados. Sus cuerpos fueron quemados. Los residentes civiles empezaron a aplaudir y a cantar en apoyo a la resistencia fundamentalista, y echaron paja y otros materiales inflamables al fuego”. (Lowry, Richard S. (2010). New Dawn: The Battles for Fallujah. Savas Beatie; Patrick Martin, US military suppresses information on death of contractors in Iraq)

La segunda y decisiva batalla en Faluya, (noviembre-diciembre 2004) ha sido llamada “Phantom Fury”, por el feroz asalto masivo para arrasar la ciudad de manos insurgentes y vengar su fallida primera conquista: más de 10.000 soldados estadounidenses fueron movilizados, principalmente cuerpos de élite de marines. Los principales combates se sucedieron entre el 8 y el 19 de noviembre de 2004, considerados los más sanguinarios de toda la guerra de Irak. La ofensiva fue librada únicamente contra los insurgentes yihadistas, no contra fuerzas del antiguo gobierno iraquí baathista derrocado en 2003. Han sido los más despiadados combates urbanos de los marines desde la batalla de Hue (Vietnam, 1968).

El plan del general James Glynn para la segunda batalla de Faluya parecía simple: sitiar la ciudad, avanzar con seis batallones desde el norte y empujar a los rebeldes hacia el sur, donde la artillería los destruiría. Para ello la ciudad fue cercada y se conminó a los civiles a evacuarla. Prácticamente toda la población huyó de la ciudad, y luego de la derrota insurgente apenas regresó la mitad. Entre 10 000 – 15 000 soldados, y 2000 aliados iraquíes iniciaron el avance, para atacar después la principal estación de trenes usada como punto de reposo para las fuerzas de refuerzo. Bajo la protección de una potente cobertura aérea, los marines penetraron en los distritos de Hay Naib al-Dubat y al-Naziza, custodiados por los buldóceres blindados de la marina que limpiaron las calles de los escombros bombardeados.

La batalla fue una implacable guerra urbana, casa por casa, y para evitar bajas los estadounidenses destruyeron con aviones o tanques los edificios populares en que se ocultaban insurgentes, aumentando de este modo las bajas civiles, cuyas cifras oscilan en varios miles. Las ONG locales estiman que la batalla mató a 6.000 iraquíes, en su mayoría civiles. El testimonio de un soldado en el documental, “Fallujah, The Hidden Massacre”(2005), ilustra que a los invasores no les importaba dañar la vida de los civiles: “Nos dijeron al entrar en Faluya, en el área de combate, que cada persona que caminaba, hablaba, respiraba, era un combatiente enemigo. Como tal, cada quien que caminaba por la calle o en una casa fue un objetivo», relató Jeff Englehart, ex soldado estadounidense de la 3.ª Brigada, 1.ª División de Infantería; además, Ross Caputi, un infante del 1er Batallón, 8º de Infantería de Marina, recuerda algunas de las controvertidas tácticas utilizadas durante la batalla, como disparar granadas o rondas de munición contra las casas antes de penetrarlas, presumiendo que los insurgentes se escondieran dentro. “Estas tácticas estaban destinadas a mantenernos a salvo. Pero más tarde supe que decenas de miles de civiles todavía permanecían ocultos en sus casas durante el operativo, por lo que estas tácticas los habrían puesto en un gran peligro», dijo Caputi a CNN. «La destrucción causada me hizo sentir realmente avergonzado de lo que estábamos haciendo» (Alaa Elassar,” La batalla más sangrienta de Iraq será un videojuego’,11/10/2021).

La letalidad también fue alta entre los estadounidenses: 95 marines y soldados muertos, y más de 600 heridos. Los insurgentes iraquíes y los muyahidines voluntarios extranjeros, establecieron defensas fortificadas anticipándose al ataque: cavaron túneles y trincheras, prepararon «nidos de araña», En algunas casas llenaron sus interiores oscurecidos con un gran número de botellas de propano, bidones de gasolina y municiones, todo ello conectado mediante cables a un interruptor remoto que podía ser pulsado por un insurgente cuando las tropas penetraban en el edificio. Asimismo, bloquearon calles con barreras de hormigón, que incluso emplazaron en el interior de las casas para crear puntos fuertes detrás de los cuales pudieran protegerse. Entre las trampas cazabobos que instalaron en edificios y vehículos se incluían puertas y ventanas conectadas mediante alambres a granadas y otras municiones (Ricks, Thomas E. (2007). Fiasco: The American Military Adventure in Iraq, 2003–2005.).

En 2011 Faluya volverá a ser reconquistada por el ISIS, provocando la siguiente pregunta del representante republicano Duncan Hunter, desplegado con su regimiento de marines en la ciudad en 2004: “¿Rehacer Faluya (en) 2014 y perder otros 100 estadounidenses? ¿Para qué? ¿Para volver a retirarse y permitir que Al Qaeda la retome en dos años?”.

 ¿Cuáles fueron las principales recomendaciones del general J. Glynn?

Según la crónica de Iagir Levi, la principal recomendación del general estadounidense fue evitar atacar a población civil no combatiente: el número creciente de víctimas va a dañar la legitimidad en la opinión pública internacional de la guerra en Gaza contra Hamas. Tal daño habría influido fundamentalmente en la decisión de EE. UU interrumpir la primera batalla de la conquista de Faluya en abril 2004. (Iagir Levi, ¿“Escuchará Israel las lecciones de Faluya?”, Haaretz, 29/10/23).

En la segunda batalla de noviembre-diciembre 2004 la orden de evacuar población civil no impidió que hubiera varias decenas de miles en Faluya que permanecieron en la ciudad, por lo cual los marines necesitaron identificar cuidadosamente a los milicianos insurgentes de los civiles. Esta recomendación es muy importante dado que, según Levi, la estrategia de Israel para operar libremente después en la zona norte de Gaza, que declararía área esterilizada, se justificaría en la orden dada por Tzahal anticipadamente para la evacuación de 1 millón de gazatíes hacia el sur.

General James Glynn

Otra recomendación a tomar en cuenta: el aumento de las víctimas civiles durante la segunda reconquista de Faluya era proporcional a las bajas norteamericanas; pero a diferencia de Israel, razona Levi, el impacto por el aumento de víctimas civiles en esa batalla fue amortiguada en el contexto de ocho años largos que duro la ocupación norteamericana en Irak; en cambio, el vuelco vertiginoso de la opinión pública mundial de pro a anti Israel en pocos días resulta incomparable por la invasión a Gaza como represalia de Tzahal por la masacre del sábado 7 de octubre, Además, Levi aduce que la ausencia de una victoria militar decisiva en Irak al fracasar políticamente erigir un gobierno estable, pese a derribar el régimen autoritario de Saddam Hussein, provocó bajas significativas entre los marines y sus aliados que incitaron campañas de protesta civil masivas en EE.UU para exigir el retiro de las tropas .

Iiagir Levi concluye su artículo sugestivamente titulado: ¿Escuchara Israel las lecciones de Faluya? (Iagir Levi, Haaretz,29/10/23), recordando que la invasión militar en Irak finalmente no se tradujo en éxito político. Contrariamente, el daño infligido a la población civil y a su infraestructura de servicios esenciales urbanos, alimentó un odio que galvanizó a las fuerzas insurgentes y a los no combatientes chiitas por igual. Estos últimos dieron apoyo a los fundamentalistas sunitas del ISIS y colaboraron para sabotear todo intento norteamericano de restablecer un orden político democrático, propósito estratégico declarado de la coalición liderada por G.W Bush y los neo conservadores.

Evidentemente las lecciones de la experiencia de la guerra urbana en Faluya no convencieron al gabinete de guerra israelí que desoyó el principal consejo del general James Glynn: evitar una invasión terrestre de Tzahal en la Franja de Gaza. Ojalá que en próximos días de combate durante noviembre 2023 Gaza no corra el riesgo de convertirse en una batalla trágicamente similar a la que libraron las fuerzas estadounidenses en Faluya en noviembre 2004.

Pero, ¡caramba!, cuán frecuentes son las paradojas de la historia!: el entonces embajador de EE. UU en Israel, Dan Kurtzer, quien había disentido con el presidente J. W. Bush en 2002 sobre los riesgos de la invasión a Irak, recientemente ha recordado que también importantes analistas y académicos israelíes le habían aconsejado entonces no invadir Bagdad. “Israel haría bien hoy en seguir los consejos que le dio a EE.UU antes de la invasión de Irak y también preguntarse qué salió mal.”,( Dan Kurtzer “De otro modo, esta no será la última guerra”, Haaretz 1/11.23) Dos principales consejos de orientalistas israelíes fueron retransmitidos entonces por el embajador, los cuales hoy son recordados por Kurtzer al gobierno israelí:1) evitar una penetración prolongada y. por supuesto, no reconquistar otra vez Gaza ni levantar asentamientos en la franja; 2) no suponer falazmente que decapitar la cabeza del Hamas traería aparejado un florecimiento democrático, en particular si las condiciones económicas y sociales van a empeorar mucho más que las actuales. Un último consejo del ex embajador es no olvidar que los problemas básicos de Gaza están estrechamente vinculados al irresuelto problema palestino, el cual requiere negociaciones impostergables para crear un estado palestino independiente.

Estos sensatos consejos evidentemente no habrían sido tomados en cuenta por el gabinete de guerra israelí, En su lugar fue planificada una penetración cautelosa de gradual avance de Tzahal en Gaza con intenso poder de fuego, aprovechando la ventaja de los devastadores bombardeos aéreos. Tal estrategia no se propone conquistar la franja sino posibilitar desde afuera a tropas de Tzahal una libertad de acción semejante a la que tienen en la Cisjordania para penetrar y arrestar a terroristas palestinos. Tal estrategia de penetración sin conquista, procuraría ejercer presión y restaurar la capacidad de disuasión militar israelí en Gaza, aún sin tomar por asalto en la presente etapa los túneles subterráneos donde se ocultan arsenales de misiles y las armas de Hamas. Una estrategia de incursiones rápidas que supuestamente presionaría sobre Mohammed Deif, comandante militar de Gaza, y sobre el jefe político Yahya Sinwar, a fin de obligarlos a ceder o a iniciar negociaciones y liberar rehenes paulatinamente. Los trascendidos de algunos comunicados de Hamas de aceptar negociar el total de los rehenes a cambio de todos los miles de presos de Hamas ya fueron rechazados categóricamente por las autoridades israelíes: “Estos comunicados son “Hamas spin”, con la finalidad de ganar tiempo para que duren las negociaciones durante meses. Eso no sucederá. Comprenderán por las malas que hablamos en serio y no tenemos intención de pasar por negociaciones agotadoras con ellos ahora mismo», agregaron fuentes fidedignas al periodista Ben Caspit, La reciente liberación exitosa por fuerzas especiales de la soldado Ori Negidish de 19 años, refuerza aún más la estrategia no aceptar el canje de todos los rehenes por todos los presos. (Ben Caspit, “Israel deepens Garza incursions, seek to pressure Hamas Leaders Deif, Sinwar”. Al Monitor, 31 OCTUBRE, 2023)

Un nuevo frente abierto: guerra psicológica y primeras rehenes liberadas

Pero mientras que las recomendaciones del general James Glynn y las más recientes del embajador Daniel Kurtzer pasan casi desapercibidas en los medios israelíes, las conferencias de prensa de las primeras mujeres rehenes liberadas han tenido una compresible difusión mediática. Sin embargo, la liberación de las dos primeras rehenes tuvo bemoles y repercusión diferentes.

Hamás liberó el 20/10, por razones “humanitarias”, a dos mujeres con pasaporte estadounidenses e israelíes, Judith Tai Raanan, de 59 años, y su hija Natalie, de 17. Tras la confirmación de la liberación por parte de las autoridades israelíes y estadounidenses, y del Comité Internacional de la Cruz Roja, que trasladó a ambas mujeres de Gaza a Israel, la embajada de EE UU en Jerusalén difundió una imagen de ambas hablando por teléfono con Joe Biden. Indudablemente, la intercesión personal del Presidente fue decisiva para ayudar a Qatar liberar a dos ciudadanas norteamericanas.

En cambio, la liberación de otras dos mujeres israelíes que le sucedieron fue una gestión, básicamente, de Qatar y Egipto, sin mención alguna de los EE.UU. Yocheved Lifshitz, anciana de 85 años y miembro veterana del kibutz Nir Oz, junto con su vecina y compañera Nurit Cooper, de 83 años, habrían sido liberadas por Hamas por “razones humanitarias” según el vocero de la organización fundamentalista. Más de una cuarta parte del kibutz Nir Oz ha muerto o permanece desaparecida tras el asalto terrorista del 7 de octubre, Entre los 240 secuestrados restantes se encuentran los maridos de Lifshitz y Cooper, Oded Lifshitz, de 83 años, y Amiram Cooper, de 85 años. Lifshitz es una de las fundadoras del kibutz junto con su esposo, y trabajaba como fotógrafa y profesora en el instituto regional, Cooper también es miembro veterana de larga duración y trabajaba en educación infantil y en la fábrica local de pintura. Tanto Yocheved y Oded Lipshitz desde siempre se habían voluntarizado para transportar enfermos graves de Gaza a hospitales israelíes. Al día siguiente de su liberación, Yocheved aceptó contar en una entrevista televisiva su angustiosa experiencia tras ser secuestrada y también hizo pública su ofuscación a autoridades israelíes; la rehén liberada despertó críticas, además de estupor cuando le dio la mano al agente del Hamas, encargado de transferirla a la Cruz Roja. Primeramente, Yocheved relató pormenores del secuestro y su arribo como rehén a Gaza:

«Me secuestraron en una motocicleta de mi lado mientras se dirigían a Gaza», dijo Lifschitz. Su hija explicó cómo su cabeza yacía a un lado de la moto mientras sus pies colgaban del otro.
«Fue un acto doloroso. Nos metieron en un portón. Yo estaba tumbada de lado en la moto. Me salieron moratones a causa de la conducción», añadió. Sharone, la hija de Yocheved Lifshitz tradujo del hebreo que a su madre la habían bajado a una «enorme red» de túneles en forma de telaraña donde la retuvieron.

En declaraciones concedidas a la emisora británica BBC Radio 4 Sharone explicó que no le sorprendió el gesto de su madre al darle la mano a un miembro del Hamas. “Ver a mi madre de nuevo es algo increíble”, añadió, antes de mencionar el video sobre la liberación de Yocheved, en el que se puede ver cómo vuelve y da la mano brevemente a su custodio que la entrego a la Cruz Roja. “La forma en la que salió y luego volvió para dar las gracias fue bastante increíble. Es muy suyo”, destacó. (Heather Chen, Amir Tal, Mihir Melwani, Sophie Jeon “Pasé por un infierno»: rehén de Hamas liberada describe su secuestro de un kibutz y el cautiverio” CNN, 24.10.23).

Algunas de las interpretaciones de los medios sobre la actitud prudente de Yochevet respecto de su cautiverio en Gaza acentúan su intención de no perjudicar a su esposo y a otros cautivos de Hamas.

“Reconoció ante la prensa que había recibido atención médica y alimentos mientras estaba en cautiverio. Mientras Lifshitz hablaba desde Tel Aviv, su marido seguía en cautiverio, y uno sólo puede imaginar la ansiedad que sintió al saber que Hamás retenía a su marido. Como dijo el teniente coronel experto en contraterrorismo. Dra. Anat Berko: «Incluso si no la amenazaron con palabras, ella sabe que tienen a su marido”. (CNN,24/10.23, op.cit.)

Mientras estos videos corresponden a rehenes israelíes realmente liberadas, Hamas está propalando otro sobre mujeres secuestradas aun en cautiverio con fines intimidatorio y de negociación aplicando métodos de la guerra psicológica. El lunes 30.10 fue difundido en medios palestinos un video que dura 76 segundos titulado «Un número de detenidos sionistas envía un mensaje a Netanyahu y a su Gobierno». El mensaje difundido es el segundo video propalado por Hamás a través de su canal de la red social Telegram, tras la difusión hace dos semanas de un mensaje grabado de una joven israelí diciendo que estaba bien y pidiendo ser liberada.

En este video una de las tres mujeres sentadas en sillas de plástico responsabiliza a Netanyahu, del ataque de los islamistas, a quien exigen que negocie la liberación de presos en cárceles israelíes. Ella le grita en hebreo: «Libéranos ahora, libera a los ciudadanos de ellos, libera a los presos de ellos, déjanos volver con nuestras familias. Se suponía que habría un alto al fuego. Te comprometiste a liberarnos», acusa la mujer, la única de las tres que habla en el video. «Nos estás matando, quieres matarnos», agrega, y acusa a Netanyahu de no haber protegido a las comunidades cercanas a Gaza durante el ataque el 7/10.

Hasta el momento, no ha trascendido la identidad de las mujeres que aparecen en el vídeo e Israel no ha confirmado que efectivamente sean rehenes en manos del grupo islamista. 

Pero la guerra psicológica se nutre de información fáctica creíble con el designio de detener la invasión a Gaza. La difusión de este video coincide el pasado lunes 30 con el avance de las tropas terrestres israelíes dentro de Gaza, llegando incluso a las afueras de la ciudad de Gaza. Y, muy importante, el vídeo fue difundido en las redes sociales de Hamas dos días después de que las familias de los más de 240 rehenes del país advirtieran al primer ministro Benjamín Netanyahu que «todos los que estamos aquí vimos los tanques entrando en Gaza y estamos muy preocupados». El video se hace eco de la principal exigencia del comité de familiares de rehenes en Gaza: “Exigimos que no se tome ninguna medida que ponga en peligro el destino de los miembros de nuestra familia y que cada acción tenga en cuenta su bienestar», afirmó Leshem Gonen, cuya hija Rumi fue secuestrada en el festival de música cerca del kibutz Re’im el 7 de octubre (“Hamas releases video of 3 hostages; PM blasts it as ‘cruel psychological propaganda’ TOI Staff, The Times of Israel, 31.10.23)

Coda

Resulta totalmente incierto el curso arrasador de la entrada de Tzahal en Gaza respecto de los objetivos declarados de destruir tanto la infraestructura militar como liquidar el régimen político y fundamentalista del Hamas. Si el segundo objetivo declarado es rescatar con vida los 240 rehenes israelíes y extranjeros cautivos en los túneles militarizados de Gaza, su negociación con intervención internacional parece postergarse, todo tiempo que aumenta la presión de Israel para que Egipto se hiciera cargo de la población desplazada de casi un millón de gazatíes al borde del desastre humanitario,

Y de cara a las decenas de miles de víctimas civiles que perdieron sus viviendas y muchas de ellas mueren diariamente en el fuego cruzado de Tzahal y Hamas, o por falta de alimentos básicos y remedios, lamentablemente parecieran confirmar las advertencias del general James Glynn. Consejos y advertencias evidentemente desoídos de no transformar Gaza en otra Faluya, capaz de ahondar aún más el odio anti israelí en la opinión pública mundial.