Haaretz 25/10/2023

Distinción fundamental

Si no la hacemos como sociedad, estamos perdidos. Estos días no son los ideales para prestar atención a la complejidad, pero comprender este estado mental natural no disminuye la tristeza de su presencia. Es posible oponerse a la ocupación y al mismo tiempo denunciar el infierno que tuvo lugar el 7/10
Por Netta Ahituv. Traducción: Bemy Rychter

Hecho uno: Lo que hizo Hamas el 7 de octubre es un horrible crimen contra la humanidad, contra los israelíes y contra Israel como Estado.

Hecho dos: Desde 1967, 56 años, Israel impone un régimen de apartheid a los palestinos: no tienen los mismos derechos que los judíos que viven cerca, son juzgados en un sistema legal diferente y son tratados abusivamente por las autoridades israelíes y por algunos colonos.

Estos dos hechos existen en la realidad, uno no disminuye la existencia del otro, el otro no anula la denuncia del primero.

En las últimas tres semanas, parece que en todo el mundo, a derecha e izquierda, se han olvidado de que es posible hablar de ambas cosas, que hablar de una no invalida a la otra, y hablar de la otra no reduce la gravedad de la primera.

Esta difuminación, en parte dirigida por políticos cínicos, en parte enraizada en el instinto humano de colocar todo en patrones sencillos, y en parte derivada naturalmente del trauma y el gran dolor que todos sentimos y que no siempre deja espacio para contener el dolor del otro, hace imposible llevar a cabo un discurso racional.

Y este es precisamente el momento en el que necesitamos un discurso racional, porque las emociones hacen que sea difícil ver el futuro a través de ellas.

Es posible oponerse a la ocupación y al mismo tiempo denunciar el infierno que tuvo lugar el 7/10. Muchos de los que lo vivieron personalmente sostienen esta posición. Yojeved Lifshitz del kibutz Nir Oz que fue liberada ayer, después de ser secuestrada, lo manifestó en una conferencia de prensa. La mayoría de los miembros de los kibutzim que fueron devastados, no votaron por el actual gobierno.

El diálogo sobre la ocupación no justifica de ninguna manera ninguno de los horribles actos llevados a cabo por Hamás, es simplemente un diálogo sobre la ocupación.

Esta distinción es fundamental.

Si no la hacemos como sociedad, si no elegiremos líderes que sepan hacer esta distinción, que sean capaces tanto de denunciar lo sucedido como de darnos un horizonte que no se base en nuestras espadas, estamos perdidos.