La lengua en filigrana surgió en plena cuarentena por iniciativa de la poeta, psicoanalista y gestora cultural, Karina Lerman quien, desde su rol de compiladora y curadora, invitó a participar del proyecto a Celina Feuerstein, Raquel Jaduszliwer, Gloria Gervitz, Isabel Steinberg, Jacqueline Goldberg, Laura Estrin, Laura Fuksman, Laura Yasan, Perla Sneh, Rita Kratsman y Susana Swarc, quienes ofrendaron sus textos, junto con los de la misma Lerman.
El proyecto se tejió como una “polifonía descentrada, en una musicalidad errante de doce voces femeninas”, señala Karina en el prólogo. Los versos dialogan a partir del amor hacia una lengua común que, sin ser el idioma que hablan las autoras, las meció como canción de cuna. Una apuesta que confirma que el ídish dulce y melodioso sigue estando vivo. Acá, traducir no fue traicionar, sino “transferir una reliquia de un altar a otro en un decir y hacer plural; ir de una tienda de campaña a otra poniendo el propio cuerpo, albergar una piel porosa -por convulsa- que es, por ende, permeable a la construcción de un artificio textual artístico performativo y colectivo”.
La decisión de armar un libro con poetas mujeres se originó “en lo que del idish se desprende, una lengua históricamente hablada en los hogares entre mujeres, y entre ellas y los niños. Se amasaba el relato en ámbitos informales, a diferencia del estudio de la torá, en hebreo, organizado por y para los hombres. Me parece una gran metáfora que el idish sea la conjunción, mixtura, condensación de idiomas y dialectos de diversas regiones del centro y este de Europa. Ese carácter de lo femenino, pensado desde el psicoanálisis como lo inabordable e inabarcable; casi al modo de un entre-dicho. Por eso, La lengua en filigrana.
“En tiempos de tanta incertidumbre y aturdimiento intenté conectarme con algo más personal y placentero”, recuerda Karina Lerman sobre el momento en que comenzó a germinar La lengua en filigrana: la pandemia. “Cursé Prácticas y Poéticas de la Judeidad, coordinado por Susana Skura, dentro de un programa de extensión de la UBA, donde la sensibilidad del idish brillaba, y encontré a una docente de música idish, Yasmin Garfunkel, que se terminó convirtiendo en nuestra traductora. Transitamos la tarea con muchos bemoles, altibajos, desesperanza; y se concretó gracias a esta apuesta y tozudez personal, y a la valentía y amorosidad de Yasmin”.
Sobre la traducción, que contó con la colaboración de Clara Greif, Nejama Barad y Silvia Bialik, dice Garfunkel que “perpetúa el rol social y político que siempre tuvo el ídish, y posibilita a la comunidad hablante, lectora o estudiosa de esta lengua, tener acceso a estas obras únicas de la poesía argentina y latinoamericana”.
“Los escritos ‘arden’ al modo de un resto insepulto sobre la piel que insiste como ritual colectivo en una posible escenificación textual y oral a construirse una, otra, y otra vez más. Una narración”, compara la curadora, “que toma cuerpo al modo de un dibuk, es decir, a través de un lector capaz de alojarlo y de insuflarle nueva vida para resignificarlo. Y en este paso de gracia, nuestro modo de un decir/hacer desde y con la lengua ídish: mir zeinen do, que traducimos: ‘aquí estamos’, ‘aquí continuamos’ más vivas que nunca”.

Durante la gestación, Lerman investigó autoras judías “con un recorrido vital, afectivo y de pensamiento relacionado con el ídish. Fue precioso dialogar con mujeres de diversas latitudes, tuvimos largas y emotivas charlas donde surgía el recuerdo de experiencias que nos reconectaban con la lengua, si bien la mayoría no habla ni lee en idish. En el proceso, dos autoras fallecieron y fue muy conmovedor encontrarse con la empatía de los familiares a quienes les agradezco su colaboración”.
Antes de compilar La lengua en filigrana, Lerman escribió poemarios como Cayupán y Las hijas de Lot. “Siempre ando motorizando proyectos propios, ajenos o compartidos. Me apasiona armar antologías conjuntas”. De su relación con el idish dice que “en la secundaria tuve durante un breve tiempo una profesora que me hizo vivir el idioma, porque le salía por los poros. Antes, ya habitaba lo familiar por las canciones, los susurros, alguna humorada o relato, y tuvo una resonancia venturosa, de curiosidad y asombro. Pero mi vínculo es fallido porque también es la lengua co(a)rtada y remite a una historia mundial de voces y vidas truncas. Al acarrear lo horroroso, generaciones sucesivas la dejaron de lado para soltar el dolor. Por suerte, ahora hay un oleaje de jóvenes y no tan jóvenes, que se acercan con gran ahínco al idish”.
Cuenta que hace poco formó parte de un encuentro, invitada por el rabino Jordán Raber, de la comunidad educativa Bet-el, junto con Rita Kratsman, una de las escritoras de la antología. “Celebro estas aperturas y la hospitalidad que se le está dando a La lengua en filigrana, de la que también soy parte como poeta”.
“Mis abuelos paternos eran anfitriones de convites festivos para quien se arrimara por placer o necesidad. Mi abuelo materno era oficiante en una comunidad judía mínima en el pueblo de Zapala, Neuquén. Mi padre siempre estuvo muy ligado a las tradiciones y yo estudié en escuelas judías hasta entrar en la universidad, y soy maestra de hebreo”, enumera Lerman, al considerar por qué posee una formación judía “contundente”.
En la actualidad, Karina atraviesa “una experiencia preciosa: fui seleccionada como becaria del Laboratorio de Arte y Cultura Judía en Buenos Aires (LABA) a cargo de Tova Shvartzman, Valeria Budasoff y Miriam Jawerbaum. El tópico de este año es Tabú, un tópico para pensar al idish, por qué no, en esos vericuetos. ¿Es esta lengua un tabú?”.
Sobre la posibilidad de darle continuidad a la obra con una segunda publicación, Lerman se reconocer “un poco fan de las antologías, son tejidos vivientes. En una ocasión conversamos con Mado Reznik sobre armar algo así, ad infinitum, maleable, variable, rizomático, vinculado al idish, buscando historias y testimonios para que crezca para siempre el texto. Aunque antes del segundo tomo sería interesante la posibilidad de una versión en soporte de papel. Por lo pronto, como curadora y compiladora pesquisé rasgos comunes en cuanto a cierto cariz o coloratura textual que facilite el desplazamiento de un texto al siguiente. La idea fue que el lector pueda recorrerla desde donde quiera. Creo que está logrado. ¡Que nos lo hagan saber!”.
La antología tuvo el apoyo de Puerta Roja Ediciones de Tucumán, una editorial de carácter digital. Además de la versión online, existe otra en pdf, con imágenes. Se pueden solicitar a: kariler1214@gmail.com
No hay excusas para no arrimarse al fogón.
De Laura Yasan
Madre Siberia busco mi herencia de huérfana legítima en las aguas del Báltico en el brillo de los samovares los colores del aire en la estepa Sé quien soy Rusia en un camarote de tercera un pivot entre el hambre de ayer y el idioma extranjero de mañana sé quien soy el mismo Hitler me trajo a esta tierra desde antes de nacer escapo de los pogroms sigo ubicándome cerca de las puertas soy Europa del este clavada en el Atlántico polka tango mate vodka Trotsky Evita Gelman Maiakovsky una estrella amarilla en el brazo derecho una roja en la frente sé quien soy lo escribí en las paredes de esta casa que construí de mi costilla para nunca olvidar Poema correspondiente al libro homónimo Madre Siberia (Bs As 2020, Lamás Médula ediciones).
מוטער סיביר איך זוך מײַן עכטע יתומהס ירושה אינעם באַלטישן וואַסער אינעם פֿינקל פֿון די סאַמאָװאַרן אין די לופֿט פֿאַרבן אינעם סטעפּ איך װײס װער איך בין רוסלאַנד אין אַ דריט-ראַנגיקער קאַיוט אַ דרײפּונקט צװישן דעם נעכטיקן הונגער און דער מאָרגנדיקער פֿרעמדער שפּראַך איך װײס װער איך בין היטלער אַלײן האָט מיר אַהער אַראָפּגעבראַכט שוין פֿאַרן געבוירן װערן, אַנטלױף איך פֿון די פּאָגראָמען איך האַלט אין זיך אײַנאָרטן נאָענט צו די טירן איך בין מיזרח-אײראָפּע געשטעקט אינעם אַטלאַנטיק פּאָלקע טאַנגאָ מאַטע װאָדקע טראָצקי עװיטאַ געלמאַן מײַאַקאָװסקין אַ געלע לאַטע אױפֿן רעכטן אָרעם און אַ רױטע אױפֿן שטערן איך װײס װער איך בין איך האָב עס אָנגעשריבן אױף די װענט פֿון דער דאָזיקער שטוב אויפֿגעבויט פֿון מײַן אײגענער ריפּ כּדי קײן מאָל נישט צו פֿאַרגע
Muter Sibir ikh zukh mayn ekhte yesoymes yerushe inem balitshn vaser inem finkl fun di samovarn in di luft farbn inem step ikh veys ver ikh bin rusland in a drit-rangiker kayut a dreypunkt tsvishn dem nekhtikn hunger un der morgndiker fremder shprakh ikh veys ver ikh bin hitler aleyn hot mir aher aropgebrakht shoyn farn geboyrn vern, antloyf ikh fun di pogromen ikh halt in zikh aynortn noent tsu di tirn ikh bin mizrekh-eyrope geshtekt inem atlantik polke tango mate vodke trotsky evita gelman mayakovskii a gele late oyfn rekhtn orem un a royte oyfn shtern ikh veys ver ikh bin ikh hob es ongeshribn oyf di vent fun der doziker shtub oyfgeboyt fun mayn eygener rip kedey keyn mol nisht tsu fargesn
De Gloria Gervitz
flores de tinta en un hebreo luido2 saliéndose de los rollos de la Toráh resbalándose despacio van perdiéndose los días los va prensando la migraña no me encuentro ni siquiera tengo cirios para velar mi muerte ni siquiera sé las palabras del Kadish no tengo brújula ¿dónde se rompen los latidos? ¿con qué se desprende este último pedazo de sueño? abro la ventana pequeñísimas fisuras duelen atrofian inflaman la tarde no siento lo que soy soy lo que fui y lo que estoy queriendo ser Poema extracto que corresponde al libro Migraciones (México, 1991. Ediciones revisadas y aumentadas: México, 1997, 2002; Barcelona, 2016; México, 2017; Santiago de Chile, 2019). Libros de la Resistencia. 2da edición en España, Madrid, 2020.
A modo de homenaje, se eligieron los poemas de las autoras que fallecieron durante el proceso de producción de La lengua en filigrana.