Irán mantiene su pulseada con Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido cuando el Presidente Mahmud Ahmadineyad inauguró una instalación para la producción de agua pesada, utilizada como refrigerante en los procesos de fisión del uranio, según informa la televisión estatal iraní.
Con la inauguración de esta instalación, en la planta nuclear de Arak, a unos 400 kilómetros al suroeste de Teherán, Irán se convierte en el noveno país del mundo con la tecnología necesaria para producir agua pesada, subrayó la emisora.
En la ceremonia de apertura, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, insistió en que su país no renunciará a «sus derechos nucleares», tras reiterar que el programa de Irán tiene fines pacíficos. También reafirmó que Irán no constituye ninguna amenaza para los estados de la región, incluido Israel, país que Teherán no reconoce.
La inauguración de la nueva instalación se produce en un momento en el que la comunidad internacional estudia la respuesta de Teherán al plan de incentivos a cambio de la suspensión del enriquecimiento de uranio.
Los responsables iraníes afirmaron que están dispuestos a reanudar el diálogo sobre su programa, que insisten en que tiene fines pacíficos, aunque dejaron claro que no abandonarán el enriquecimiento de uranio.