Ampliación de atribuciones del Tribunal Rabínico
El tratamiento discriminatorio y desigual de las mujeres ya es una realidad. Hay lugares en Israel en que las mujeres no pueden subir al autobús en el que viajan hombres. Paralelamente, se avanza con una legislación que ahonda el abismo. Por ejemplo, las mociones para ampliar las atribuciones del Tribunal Rabínico promovidas por la coalición de gobierno.
Una de las iniciativas de la coalición es autorizar al Tribunal Rabínico a actuar como árbitro, con consentimiento de las partes, en cualquier tema. Es una ampliación muy extemporánea de las atribuciones del Tribunal que hasta ahora puede actuar sólo en temas familiares.
¿Cuál sería el problema? Si bien por ahora es «con consentimiento de las partes», es sabido que los tribunales rabínicos están manejados sólo por hombres. Una legislación que avale el fortalecimiento de un marco en que la discriminación de género es la norma, no puede ser aceptada en un Estado democrático que respeta los derechos humanos.
Por lo demás, en la sociedad ortodoxa abundan los casos en los que el consentimiento es impuesto.
Por ejemplo, vean cómo se ha impuesto a parte del público ortodoxo a utilizar teléfonos celulares kasher, que limitan la navegación por internet. Las autoridades ortodoxas tienen su Comisión de Comunicaciones que ha impuesto a las compañías de celulares agregar a los teléfonos de uso ortodoxo un prefijo especial. Después, padres ortodoxos cuyos números de teléfono no incluían dicho prefijo, descubrieron que sus hijos no eran aceptados en instituciones educativas ortodoxas. Tal vez en el futuro exijan a las mujeres consentir en ser juzgadas en sus tribunales como condición para admitir que se casen.
En 1969 la Corte Suprema dictaminó que los tribunales rabínicos no tendrían autoridad para resolver cuestiones de manutención de hijos para asegurar los privilegios que se reservaban los hombres observantes. Obviamente, en caso de ampliarse sus atribuciones, los hombres preferirían, si no condicionarían, presentar sus demandas de divorcio en tribunales religiosos.
Propuesta de Ley fundamental de Estudios de Torá
El servicio militar es un tema central. Los partidos religiosos quieren instaurar ahora la Ley Fundamental de Estudios de la Torá, anclada en el acuerdo de la coalición entre Likud y Yahadut Hatorá.

La Ley plantea que se homologuen los estudios de la Torá al servicio militar, lo cual permitiría volver a establecer la exención del servicio a quienes estudien en las yeshivot.
Uno de cada cinco jóvenes en edad de servir en el Ejército es observante. La Corte Suprema interceptó en el pasado toda intención de legalizar exenciones no igualitarias.
Todas las propuestas presentadas últimamente para exceptuar del servicio militar a cambio de subvencionar a quienes sirven en unidades de combate y acortar el servicio, no son igualitarias. Es dudoso que sean aprobadas por la Corte Suprema.
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Ley de bombas de agua
Hay leyes que fueron aprobadas en trámite acelerado y parecen ingenuas. Pues, no lo son. Se modificó la Ley inmobiliaria de modo que el dueño de un departamento puede colocar por su cuenta un mecanismo que ponga en funcionamiento una bomba de agua que no profane el Shabat sin el consentimiento del resto de los copropietarios del edificio. La propuesta fue elevada por Yacov Asher y Moshe Gafni.
Aparentemente, la ley no pesa a los laicos, pero sienta un precedente acumulativo de utilización del bien común por razones de orden religioso. Ayer mismo se publicó en The Marker la propuesta que obligaría a los contratistas de la construcción a construir balcones aptos para Sucá en el 25% de las unidades de cada edificio, aún en poblados totalmente laicos.
Jametz en los hospitales en Pesaj
Justo antes de Pesaj se reglamentó en la Kneset, también en trámite acelerado, la propuesta de enmienda a la ley de los derechos del paciente llamada Ley del Jametz, en virtud de la cual se permite buscar jametz en las carteras y mochilas de las visitas al hospital en la época de Pesaj. La reglamentación legalizaba un procedimiento del Gran Rabinato después de haber sido anulado por la Corte Suprema. Afecta la privacidad por cuestiones religiosas.
Promover la formación religiosa como académica
Durante los últimos años se ha extendido el reconocimiento de títulos del orden religioso igualándolos a títulos académicos para apelar a puestos y funciones de orden público. El problema es que la formación rabínica no convierte a una persona en Maestro Mayor de Obras, por ejemplo.
De hecho, reconocer la preparación rabínica como equiparable a un título académico en función de apelar a una serie cada vez más variada de tareas, es un proceder extraordinario e inconcebible en tanto discriminación compensatoria de religiosos.
Convertir a Tiberíades en ciudad ortodoxa
La semana pasada se aprobó una ley que permitirá al presidente de una Comisión Electoral, designada por el Ministerio del Interior, a candidatearse para las elecciones a la gobernación local, contraviniendo la situación previa que lo prohibía. Si bien la iniciativa fue del diputado Amit Levi (Likud), al parecer la ley estaría destinada a servir al Presidente de la Comisión Electoral de Tiberíades, Boaz Yosef, cercano a Arieh Deri, que pretende ser designado intendente de la ciudad. Ya se han presentado apelaciones a la Corte Suprema por considerarla una ley personal y corrupta.
Es una ley que hará prevalecer el interés partidario de Shas de convertir a Tiberíades en una ciudad religiosa. Hace años existen tensiones en la ciudad entre laicos y religiosos. Si el intendente electo debiera su elección a Deri, queda claro cuál sería el carácter de la perla del lago Tiberíades. Y una vez conquistada Tiberíades, le seguirían otras ciudades.
Últimamente se ha propuesto hacer efectiva la legalización de la designación de rabinos locales a la égida del gobierno central, para permitir a los partidos religiosos el nombramiento de quienes ellos consideren merecen ser promovidos independientemente del rabino local. No sólo para hacer que ocupen puestos de interés, sino también como herramienta para incrementar los procesos de fundamentalización.
Y hay otros proyectos de ley con «la táctica del salame», es decir, ir rebanando tajada tras tajada para ir desgastando el equilibrio entre religión y Estado. Por ejemplo, la exigencia de que la designación del Rabino del Ejército no dependa del Estado Mayor del Ejército; o decretar que sea punible convencer a un menor de edad a que abandone el modo de vivir observante.
El jefe de administración presupuestaria del Ministerio de Finanzas, Yogev Gardos advirtió hace un mes y medio que sería necesario aumentar los impuestos en un 16% para hacer frente a las exigencias presupuestarias que imponen los partidos religiosos del gobierno. Dijo que el nivel de vida de Israel se haría pedazos. Gardos hablaba de la generación subsiguiente, pero el proceso está en pleno desarrollo y es mucho más rápido de lo que suponía.