Nuevo libro:

Reconstruye supuesta huida de Hitler a la Argentina

El libro "Hitler en la Argentina", del periodista Abel Basti, sostiene la tesis de que el líder nazi no se habría suicidado en Alemania, y revela que hay fuertes indicios de su huida al sur del territorio argentino, donde finalmente habría muerto. Basti ya había insinuado esta teoría en su primer libro "Bariloche nazi", una suerte de guía de turismo sobre lugares de esta ciudad y adyacencias adonde, presuntamente, llegaron los fugitivos del partido nacional socialista alemán después de la Segunda Guerra Mundial.

Entre otros sitios de «interés turístico», ese libro -que va por su quinta edición- consigna la casa en la que vivió Erich Priebke, condenado a cadena perpetua en Italia por la masacre de las Fosas Ardeatinas.
«Ahora este nuevo libro hace foco en el paso de Hitler por la Argentina, en un relato que incluye al final de cada capítulo facsímiles de documentos y fotos para apoyar la historia, entre los que se encuentran media docena de documentos del FBI», dijo el autor en una entrevista con Télam.
Para el periodista, que fue redactor del diario «La Mañana del sur» y de la agencia DyN, «es sorprendente y muy fuerte ir encontrando las huellas de Hitler en Argentina, al igual que los testimonios de quienes estuvieron con él».
Según Basti, «la farsa armada en torno al presunto suicido se está cayendo a pedazos, ya que hay numerosos investigadores que coinciden en la falta de pruebas de su muerte en Alemania». «No hay cadáver, tampoco autopsia, ni pericia criminalística.
Los rusos afirman que tienen un pedacito de cráneo con un agujero de bala, pero se resisten a un estudio de ADN, que perfectamente se podría comparar con el ADN de Paula Hitler, hermana de Adolf, quien está enterrada en Alemania», explicó.
El libro entrelaza dos tramas: la huida de Alemania junto a numerosos jerarcas nazis, en un convoy de una docena de submarinos, y su vida en Argentina; primero en la Patagonia y luego en Córdoba, con algunas visitas a Buenos Aires.
Basti aseguró que la fuga de Hitler (con Eva Braun y los comandantes nazis) fue un plan diagramado en los últimos dos años de la guerra, con el objetivo también de evacuar dinero y equipos, lo que fue conocido en detalle y aprobado por Estados Unidos.
«Era imposible cruzar el Atlántico con tantos submarinos sin que los aliados lo detectaran. Todos lo sabían y querían evitar que la fortuna que habían hecho los nazis y sus cerebros cayeran bajo dominio ruso. Los nazis fueron aliados de los aliados, tenían un enemigo común: los comunistas», apuntó.
Estados Unidos y Argentina, comentó el investigador, «fueron dos de los principales destinos de los nazis en fuga», y específicamente aquí se quedaron a vivir prófugos de gran jerarquía como Joseph Mengele y Adolph Eichmann. «También vinieron otros personajes con conocimientos científicos y tecnológicos como Kurt Tank, que era un genio de la Luftwaffe (aviación alemana), quien promovió el desarrollo de Fabricaciones Militares en Córdoba. Y también Ronald Richter, quien comenzó con el tema atómico en la isla Huemul, aquí en Bariloche», mencionó Basti.
En cuanto a Hitler, el periodista reconstruye el itinerario que habría seguido en la Argentina. «A los 56 años desembarcó en Caleta de los Loros, sector de la ribera rionegrina entre Viedma y San Antonio Oeste. Allí, narra, se habría alojado en un pequeño hotel (que aún hoy existe) y luego de recorrer la zona se trasladó a la estancia San Ramón, a 30 kilómetros al este de Bariloche y de propiedad de la familia alemana Lahusen. Luego se habría trasladado a Bahía Inalco, próximo a Villa La Angostura, que en los años 40 perteneció al empresario peronista Jorge Antonio.
«Ese sitio era inaccesible por tierra y hubo en ese tiempo una inversión millonaria para hacer hangares para hidroaviones, que acuatizaban en el lago Nahuel Huapi», relató Basti.
Después, continuó, Hitler se trasladó a La Falda, Córdoba, donde estuvo alojado pocos días en el hotel «El Edén», del matrimonio Eichhorn, «quienes en plena guerra estuvieron entre los principales financistas del régimen nazi».
«Es una parte de la historia poco conocida, que en el libro se desarrolla mucho. Hay fotos de ellos con Hitler y largas cartas en las que se les informa el destino de los fondos remitidos a Alemania», aseveró el investigador.
Basati también se refirió a la entrevista que le realizó a la hija adoptiva del matrimonio Eichhorn, Catalina Gamero, quien describió cómo fueron los días «en que Hitler se alojó en el hotel (hoy abandonado) para luego esconderse en un chalet del cerro Pan de Azúcar, al que le llevaban víveres».
Entre otros documentos, Basti destacó uno del FBI de septiembre de 1945 en el que «se describen los preparativos en la Falda para recibir a Hitler. Fue hecho en base a información aportada por el jardinero de El Edén, que trabajaba para la inteligencia norteamericana. Y está fechado varios meses después del presunto suicidio, el 30 abril de 1945».
Con respecto a la muerte del líder nazi, Basti se limita a consignar que murió en el país y adelanta que este tema será central en su próximo libro, en el que narrará en detalle cómo se realizó el escape de Europa y como fue la vida de los prófugos en Argentina.