Katzav fue interrogado por la Policía durante cinco horas sobre distintos cargos, que incluyen acoso y violación, sobre «A», una antigua empleada de la residencia presidencial, acusaciones negadas por el político.
«Katzav está acusado de una amplia variedad de delitos sexuales», dijo un alto mando policial. «El equipo de investigación está examinando exactamente qué secciones de la ley. Nada está claro de momento».
Por otro lado, el diputado laborista, Yoram Marciano empezó a recoger las firmas de los 20 miembros de la Knesset que se necesitan para que pueda debatirse la expulsión de Katzav. La jefa del Comité de la Knesset, Ruhama Avraham, del partido Kadima, cree que no es apropiado comenzar el proceso mientras la investigación siga en curso. No obstante, pidió a Katzav que «rescate la dignidad de la Presidencia tomándose vacaciones hasta que finalice la investigación».
El abogado del Presidente ya informó de que su representado no tiene ninguna intención de irse. «La investigación continuará durante mucho tiempo. Hoy estamos en el principio del camino, y Katzav será posiblemente interrogado más veces sobre varios asuntos», declaró una fuente policial.
Aunque el último interrogatorio se centró en delitos sexuales, la Policía también cuestionó a Katzav sobre la declaración que hizo ante el Fiscal General, Menachem Mazuz, de que «A» fue quien intentó chantajearlo.
El abogado de la presunta víctima, Kinneret Barashi, no quiso hacer comentarios sobre las informaciones aparecidas en la prensa que decían que su cliente estaba resentida por un romance frustrado con el Presidente.
En estas circunstancias, Katzav podría encontrar muchas dificultades para continuar ejerciendo su rol.
Si dimitiera o si fuera destituido, su lugar lo ocuparía la presidenta del Parlamento, Dalia Itzik, hasta que se elija a un nuevo Presidente.
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