¿Una nueva edición sensible con el presente o una insensibilidad con la tradición?

La Biblia prometida

Promovida como “la primera traducción judía sensible al género de la Biblia hebrea completa”, se ha lanzado la versión digital de THE JPS TANAKH: Gender-Sensitive Edition. ¿Qué hace diferente a esta Biblia de todas las demás Biblias? La moderna concepción de su traducción, atenta a parámetros de las preocupaciones contemporáneas y de las tendencias del lenguaje vivo y mutante.
Por María Gabriela Mizraje

La igualdad hace la diferencia

Una nueva versión de la Biblia, una que piensa en el género gramatical a la hora de traducir del hebreo, ha llegado al universo digital. Propuesta como una edición «género-sensible» ha movido estanterías y ánimos. 

Se promueve como «la primera traducción judía sensible al género de la Biblia hebrea completa» y es THE JPS TANAKH: Gender-Sensitive Edition (RJPS o edición revisada de JPS), que viene a renovar la icónica traducción bíblica de la Jewish Publication Society (NJPS o 1985 New JPS edition) para reflejar los avances en erudición y cambios en inglés, manteniendo la máxima fidelidad al hebreo original.

Sus responsables explican que esta edición ofrece giros inclusivos donde es apropiado y marcas de género cuando es necesario histórica y lingüísticamente, incorporando lo mejor de la investigación contemporánea sobre la historia israelita y la religión judía, los estudios literarios, la filología, la lingüística y las ciencias sociales, a fin de ofrecer una visión fiel y una traducción precisa. De esta forma la prologan y con estas palabras lanzan su venta.

Aclaran que las referencias a personas tienen en cuenta el género, pero son coherentes con las antiguas normas y que la traducción (siempre del hebreo al inglés) se esfuerza por lograr un lenguaje inclusivo cuando se refiere en general a las personas, los antepasados ​​y la humanidad.

En cuanto al punto cúlmine, el de las referencias a Dios, son típicamente neutrales y generalmente evitan los pronombres y etiquetas gramaticales masculinas, cuidando cada contexto para obtener la interpretación más adecuada. A fin de permitir que el tetragrámaton –las cuatro letras (יהוה)‎que designan a Dios y que trasliteramos como Yavé– se encuentre como un nombre y sin connotaciones masculinas, por lo general no lo traducen como «el Señor» («The Lord») sino precisamente como «Dios» («God»).

Al revisar la que califican como «venerable» traducción de JPS, consideran que esta última versión en curso permite a los lectores experimentar las Escrituras con todo el poder del hebreo original. Y afirman que se convertirá en la nueva traducción de la Biblia elegida por quienes persiguen la erudición bíblica con reverencia por la tradición, y por las comunidades y las personas que adoptan una perspectiva inclusiva e igualitaria en el mundo de hoy. Sin embargo, quizá habría que formularlo de otra manera, remarcando que deberían converger ambos factores para que sea ésta la versión elegida, pues los del segundo grupo sin duda optarán por ella, en cuanto a los del primero, está en discusión.

Las aprobaciones y críticas a semejante emprendimiento resultan más o menos previsibles. Desde las visiones reformistas hasta las ortodoxas, el abanico se despliega sin poder soslayar la ruptura que la obra implica (ya como avance, para las miradas aprobatorias, ya como desvío, para las otras). Múltiples opiniones del mundo académico y religioso no ortodoxo expresan su expectativa o primer acercamiento favorable. Tales son, entre otros, los comentarios que para su lanzamiento la misma Jewish Publication Society se encarga de seleccionar.

Adele Berlin, profesora emérita de la Universidad de Maryland, especializada en Biblia, opina que esta traducción revisada es no sólo género-sensitiva sino también género-sensible. Con esta última acepción nos quedamos a lo largo de este artículo.

Al señalarlo, la reconocida hebraísta y ex presidente de la Society of Biblical Literature consideró que la misma aporta a dos puntas, al conocimiento del lector en ambas lenguas, ya que cada decisión con respecto al género ha sido tomada cuidadosamente «para producir una interpretación fiel de la Biblia, que esté finamente sintonizada con las sensibilidades contemporáneas. Las explicaciones de los principios que rigen estas decisiones son un bono de bienvenida; mejoran nuestra comprensión del funcionamiento del hebreo bíblico y del inglés moderno”. 

Angela Buchdahl, rabina de la Sinagoga Central de Nueva York

Por su parte, la voz femenina de la Sinagoga Central de New York, la rabina Angela W. Buchdahl, declaró: «Esta traducción género-sensible transformará nuestro conocimiento del Tanaj y nuestro lugar en él. Invita al lector o la lectora a visualizar lo Divino y las principales figuras de la Biblia de una manera más expansiva».

Asimismo, Rabbi Shai Held, presidente y decano de Hadar, subraya que «A medida que nos esforzamos por lograr la máxima fidelidad en la forma en que interpretamos las eternas palabras de Tanaj, una mayor inclusión de género en la forma en que hablamos de las personas y una mayor sensibilidad de género en la forma en que hablamos de Dios, la nueva traducción nos ofrece una contribución trascendental al estudio bíblico: un paso adelante masivo y crucial. Imprescindible para toda biblioteca judía y para todo estudiante contemporáneo de Torá”.

Judith Plaskow, autora de un libro clave y muy anterior a las modas de hoy, Standing Again at Sinai: Judaism From a Feminist Perspective (Otra vez de pie en el Sinaí: Judaísmo desde una perspectiva feminista) de 1991, hace el comentario más estrictamente analítico desde el punto de vista de la lengua. La estudiosa feminista reconoce que «Las normas de género han cambiado tan dramáticamente desde que se completó la traducción de JPS Tanakh en 1985 que es tanto una necesidad como un placer tener esta nueva traducción que presta atención deliberada y cuidadosa a las cuestiones de género. Debido a que esto es sensible al género en lugar de inclusivo, no simplemente oculta las formas en que el texto asume el dominio masculino, sino que trata de discernir si los usos particulares de los pronombres y términos masculinos estaban destinados a ser inclusivos o no. Al hacerlo, la traducción ilumina y perturba, desafiando muchas suposiciones fijas y permitiendo a los lectores acercarse al Tanaj con nuevos ojos”.

El profesor Leonard Greenspoon, jefe de la cátedra Klutznick sobre Civilización Judía, en Creighton University (institución jesuita de Nebraska), escribió: «Aprovechando los avances en la erudición del antiguo Cercano Oriente, arraigada auténticamente en las tradiciones exegéticas judías y prestando una atención excepcionalmente afinada al uso contemporáneo del idioma inglés, esta traducción sensible al género es sorprendente, estimulante e igualmente bien situada para la sinagoga, el aula tradicional y programas comunitarios de educación para adultos, entre otros entornos”.

La autora de If All the Seas Were Ink: A Memoir (Si todos los mares fueran tinta), hermoso título para un libro de memorias de 2017, Ilana Kurshan planteó que los rabinos del Talmud enseñaron que “la Torá habla en términos humanos» pero esto solo puede ser así si el Tanaj se traduce y vuelve a traducir para reflejar los cambios en nuestra forma de hablar. Y concluyó que «la edición sensible al género nos permite a todos vernos creados a la imagen de Dios y reflejados en las enseñanzas de la Biblia». «

Hasta aquí, algunos de los elogios más resonantes entre los mejor autorizados, pero hay más tinta en este mar.

Bailando con Ella

En definitiva, la presente edición revisada que la Sociedad de Publicaciones Judías de 135 años de antigüedad ha lanzado en asociación con Sefaria, es la primera actualización importante de la traducción propia de Tanaj en casi 40 años.

“Tanaj” es un acrónimo de los tres componentes de la Biblia hebrea: los cinco libros de Moisés (la Torá propiamente dicha), más Profetas (Nevi’im) y Escritos (Ketuvim). Así llegamos a TaNaJ (Torá, Nevi’im, Ketuvim).

La Torá, bien conocida en griego como el Pentateuco, está conformada por (1) Bereshit (בְּרֵאשִׁית) o Génesis, (2) Shemot (שְׁמוֹת) o Éxodo, (3) Vayikrá (וַיִּקְרָא) o Levítico, (4) Bemidbar (בְּמִדְבַּר) o Números y (5) Devarim (דְּבָרִים) o Deuteronomio.

Entre todos estos libros, la nueva traducción al inglés se refiere a individuos con pronombres que son consistentes con las normas de género tradicionales. Es decir, si hay referencias a Elías, Jeremías, Abraham, Moisés o Josué, por ejemplo, éstas serán masculinas, los pronombres referidos a ellos seguirán dicha forma. Pero a diferencia de las traducciones de la Biblia a lo largo de la historia, como ya anticipamos, no se refiere a Dios con pronombres masculinos. Tampoco con femeninos; no se trata de un reemplazo: se hace referencia a Hashem simplemente como «Dios» en todo el texto.

El ejemplo que ofrecen para mostrar su mecanismo de traducción del hebreo al inglés es muy bueno y significativo. En Isaías 55,6 solíamos leer: «Busca al Señor mientras pueda ser encontrado, llámalo mientras está cerca» (resaltado mío). Ahora, en la traducción revisada leemos: “Busca a Dios mientras puedas, clama mientras [Dios] está cerca”. 

«El arte de la traducción de la Biblia es siempre un trabajo en progreso y debe tener en cuenta no solo nuestra comprensión actual más profunda del hebreo bíblico sino también los cambios significativos que han ocurrido en el uso del inglés en las últimas décadas”, dijo el director emérito de JPS, rabino Barry Schwartz, en consonancia con la última versión. Además, recordó que «Tanaj es el texto fundamental del pueblo judío, y compartimos el deseo de Sefaria de que todos puedan acceder a él en un lenguaje que sea apropiado y significativo para ellos sin dejar de ser fieles al original”.  

La confrontación por este cambio de mirada y actualización nos retrotrae a distintos momentos de la historia de la Biblia, al forcejeo entre preservación y divulgación, entre lengua original y lenguas vernáculas, vividos tanto en el seno del judaísmo como del cristianismo (ésa, al principio de cuentas, es la clave de la Reforma), como si la gran pregunta de antaño tanto como de ahora fuese: ¿debe el ser humano corriente acercarse a ella o debe acercarse ella a todo ser humano? Dando un paso más, aventurándonos incluso más allá de la reflexión del libro sagrado y las dimensiones lingüísticas (con Ella, la Torá; Ella, la Biblia) hacia las concepciones teológicas, para escuchar en esa misma clave la propuesta de Abraham J. Heschel, God in Search of Man (Dios en busca del hombre). Y la mujer.

Una cosa sí es indudable: no se debe hacer decir al texto lo que el texto no dice (ya por sacralidad, ya por respeto histórico, ya por fidelidad filológica, ya por todo eso, según la perspectiva que cada uno tenga). Pero frente a lo que el texto no dice, ¿qué podemos hacer? ¿qué podemos decir? ¿cómo podemos leer? ¿cómo podemos traducir?

La Biblia no es como una Hagadá de Pésaj, que a través del tiempo ha sido recreada y aún hoy lo es; más allá de las variantes filológicas, históricas y culturales, aquel texto mayúsculo ha quedado fijado, de ahí que religiosamente se considere que ninguna letra puede faltar o estar dañada y su escritura y su lectura deban realizarse con unción.

¿Qué hace diferente a esta Biblia de todas las demás Biblias? La moderna concepción de su traducción, atenta a parámetros de las preocupaciones contemporáneas y de las tendencias del lenguaje vivo y mutante.

La falta de pronombres divinos en la traducción de RJPS se debe a que los pronombres no tradicionales y el debate sobre su uso se han vuelto cada vez más frecuentes en el discurso público estadounidense, más allá de la resistencia para la utilización escolar por parte de los maestros en muchos Estados con gobierno republicano.

Para una traducción de este tipo, con la así definida sensibilidad de género, implicando una relectura o, cuando menos, una suspensión de la toma de postura, el castellano determina dificultades aún mayores que el inglés (los artículos, el sistema de adjetivación, la concordancia, etc.).

La fuente impía

Sefaria cuenta con una notable cantidad de traducciones de la Biblia o de partes de ella disponibles y en diferentes idiomas, no sólo en hebreo y en inglés, de las que hay varias, sino también cubriendo desde el francés hasta el esperanto y desde el ídish hasta el finlandés, pasando por el alemán, el polaco o el español. Es la biblioteca digital más grande del mundo para leer textos judíos en forma gratuita, concebida hace ya una década. Cualquiera que desee visitarla puede entrar a <www.sefaria.org> y encontrarse con ese tesoro que alberga piezas claves del repertorio de más de 3000 años de textualidad concerniente al Pueblo del Libro (cabe decir, de paso, que algunas traducciones al español requerirían mayor esmero).

La presente edición ha provocado una previsible reacción en línea de algunos judíos ortodoxos que consideran que no está alineada con sus valores. Argumentando que la traducción es un ejemplo de ideología política progresista que se filtra en la religión, algunos han dicho que directamente dejarán de usar la página web o la aplicación (es decir, no se trataría ya de optar por no usar dicha traducción sino de no querer que esta conviva con las otras, por los riesgos que a su juicio conlleva, de ahí que se desvinculen de Sefaria).

Surgieron casos paradigmáticos, como el de Yehiel Kalish, director ejecutivo del cuerpo de ambulancias judío Chevra Hatzalah, quien anunció la semana pasada a través de Twitter que había eliminado la aplicación. Otras figuras prominentes del mundo ortodoxo también expresaron su rechazo o su condena.

Yochonon Donn, editor de noticias de Mishpacha

“Sefaria es un recurso tremendo para el [mundo de] la Torá”, twiteó Yochonon Donn, editor de noticias de Mishpacha, lo cual en principio constituye un elogio. Mishpacha (en hebreo משפחה y en español La familia) es una revista semanal ultraortodoxa publicada en Jerusalem. Lleva ya casi cuatro décadas (fue fundada en 1984) y refleja las diversas opiniones de la población jaredí de Israel y del resto del mundo, llegando a medio millón de personas.

Sobre la base de aquel reconocimiento, precisamente por dimensionar su importancia y su llegada, Yochonon Donn, temeroso e indignado, afirmó que “jugar con [libros sagrados] para ajustarse a las ideas occidentales de igualdad es una violación inaceptable. Si esto es cierto, no puedo ver a la gente aprendiendo de una fuente impía».

Por su parte, el rabino Yaakov Menken, director gerente de la Coalición por los Valores Judíos, una organización de defensa política ortodoxa de derecha, optó por hacer una ironía, siguiendo un patrón analógico, de manera que anticipó en Twitter que “para ser más inclusivos con los ateos, proporcionarán una ‘traducción históricamente precisa’ que evita la mención del Ser Supremo. Y hasta ensayó su forma: ‘Al principio, el cielo y la tierra fueron creados’”. 

Daniel Septimus, CEO de Sefaria, forma parte de la junta directiva de 70 Faces Media, la organización matriz de la Agencia Telegráfica Judía, por eso no es de extrañar que dicha agencia le dé un lugar importante y su apoyo a la iniciativa, ya que comparten espíritu e intereses, es decir perspectiva y proyecto, un tipo de política cultural.

Los promotores del sitio y quienes los respaldan aseguran que Sefaria siempre ha presentado obras relevantes para los judíos con una variedad de enfoques, un espectro que se amplió a medida que la biblioteca digital fue agregando textos contemporáneos y traducciones. Hecho que, hasta donde hemos podido comprobar, parece claro.

Su directora de aprendizaje, Sara Wolkenfeld, apuntó que el objetivo de publicar esta traducción revisada responde al propósito de contar con «diferentes traducciones disponibles», lo cual para muchos lectores resulta evidente, permitiendo optar por la versión que se quiera.

«Siempre estamos trabajando para incluir textos judíos que sean estudiados por toda la gama de estudiantes judíos” y agregó “por eso elegimos incluir la traducción más reciente de JPS, pero entre las muchas otras traducciones que ya hemos alojado en la biblioteca”.

Sefaria también cuenta con publicaciones de editoriales ortodoxas, como Koren y Metsudah. A la hora de consultar, los usuarios pueden seleccionar su traducción al inglés preferida y RJPS no está predeterminada.

“La gente debería saber que Sefaria es una biblioteca para todo el pueblo judío”, dijo Wolkenfeld. “Y nuestra misión es brindar acceso a la Torá y llevar la Torá a la era digital. Eso es realmente lo que estamos buscando».

Los que dicen primero

La obra está disponible en parte, pues de momento están listos el prefacio donde se explican los criterios de esta singular traducción, así como algunas notas y fragmentos comparativos con la edición clásica anterior –la de 1985– y pueden verse los libros que comprenden los Profetas (Nevi’im), o sea la segunda sección de Tanaj, de Josué a Malaquías.

La edición completa estará lista en el próximo otoño boreal, durante nuestra primavera en el Sur, con motivo de las Altas Fiestas (los Iamim Noraim –en este 2023 Rosh Hashaná comienza el 15 de septiembre y Iom Kipur termina el 25)–. Para esos días, quienes quieran podrán contar con este Tanaj de vanguardia, rupturista, tan polémico como propositivo y acorde a la marejada de los tiempos que viene dando la vuelta al mundo con una perspectiva femenina y feminista, y una prospectiva de género, que implica un revisionismo radical de saberes y costumbres, desde los textos hasta las prácticas de convivencia.

Si el espíritu superior que nos creó no tiene género, como algunos y algunas creyentes suponemos, en su sabiduría eterna sólo podrá sonreír (esto es tan sólo una metáfora por analogía) ante nuestros esfuerzos lingüísticos y vanos denuedos; nombrado o nombrada a tientas por todos y todas, pero prescindente de nuestros albergues y escudos gramaticales, ojalá quiera bendecirnos dos veces. O más. Y darnos la paz.