Testimonios

Activistas latinos en la pelea por el futuro de Israel

Desde el corazón de la protesta, el joven mexicano Iky Salinas nos acerca su visión de los acontecimientos y nos trae la palabra de algunos de sus compañeros latinoamericanos, activistas latinos presentes en las manifestaciones. "Esta lucha no terminará hasta que prometamos igualdad para todos los que viven acá. Hasta entonces me verán cada sábado frente a la casa del presidente, en Jerusalem".
Por Iky Salinas, desde Israel

Rara vez se da uno cuenta en el momento de que está formando parte de algo histórico, y más aún cuando un evento así estalla de forma tan repentina e inesperada. Sin ninguna duda, yo puedo decir que esto ocurrió la noche del 27 de marzo, cuando Yoav Gallant, el ministro de Defensa, fue despedido por el primer ministro Benjamín Netanyahu por no apoyar el golpe de Estado disfrazado de reforma judicial. Alrededor de 700,000 personas salieron a la calle a protestar en el acontecimiento político más grande en la historia reciente del país.

Iky Salinas en una de las marchas en Jerusalem.

En los siguientes meses, la situación se calmó en alguna medida, ya que el tema de la reforma se volvió algo del pasado, y hoy en día es más interesante para el público israelí leer cómo la selección sub-20 obtuvo el tercer lugar en el mundialito. Pero la amenaza de la destrucción del tejido social en el cual se basa la sociedad israelí y, en cierta parte, el mundo judío entero, persiste. Sin embargo, las protestas siguen en marcha, bajo lluvia, amenazas del gobierno y violencia policial. Las razones por la cual personas individuales mantienen su presencia en las protestas varían, acá veremos unos ejemplos de jóvenes de nuestra comunidad latina que siguen asistiendo cada semana.  

Yo soy Iky Salinas, hice Alíá desde México hace 6 años, mi tiempo como madrij en Hashomer Hatzair me convenció que mi lugar era en Israel, luchando por una sociedad democrática y con justicia social en este país. Esa lucha continua hasta hoy, porque este gobierno pone en riesgo mucho más que solo el control del Poder Judicial del Estado, con sus intenciones de priorizar ciertos grupos dentro de Israel, limitar quien es considerado judío y por ende a quien le pertenece este país, y sembrar más obstáculos a la paz con los Palestinos. Esta lucha no terminará hasta que prometamos igualdad para todos los que viven acá. Hasta entonces me verán cada sábado frente a la casa del presidente, en Jerusalem.

Ahora le voy a dar la palabra a algunos compañeros de ruta: “Me llamo Ron Itzigsohn, hice Alíá desde Argentina hace 12 años y fui combatiente en el ejército. Desde que comenzó esto, salgo a protestar entre 2 y 4 veces por semana, 22 semanas seguidas. Yo lucho por mis valores porque creo en la democracia, en los controles y contrapesos, y en la separación de poderes. El gobierno de Netanyahu quiere sumir a Israel en la tiranía, consolidando un poder sin ninguna restricción, eliminando cualquier obstáculo que pueda detenerlo. Quiere despojar de poder a la Corte Suprema de Israel, en un país que carece de una Constitución, para que las leyes fundamentales puedan modificarse y los derechos y la dignidad de todos los ciudadanos ya no estén garantizados. Estoy protestando para detener a este gobierno corrupto y dogmático de discriminar a las minorías, para impedir que se coloquen por encima de la ley y para mantener mi país democrático y a mis compatriotas israelíes libres”.

Ron Itzigsohn, participa desde hace 22 semanas en las marchas.

“Me llamo Daniel, llegué a Israel hace 5 años después de haber vivido en Argentina, cuando empecé a estudiar cinematografía. Estoy presente en las protestas desde el principio, cuando entré al partido Jadash. Lo que me dijeron me parecía cierto, que la situación en la cual se encuentra Israel es una consecuencia lógica de la ocupación y del conflicto con los palestinos. Yo no creo que Israel pueda ser libre mientras esté bajo su control otro pueblo, sin libertad. Democracia solamente existe cuando todos somos iguales, y eso va más allá de los Palestinos, el problema alcanza a todos los que viven acá: trabajadores, mizrahim, y más. Yo participo en las protestas porque busco una unión verdadera en este país, de todos los que viven acá. Creo que hay que entender las opiniones de los demás, eso incluye también los que no protestan con nosotros, como los religiosos, que tienen argumentos válidos. Yo creo que estas protestas son parte de la solución para mejorar el país entero, porque acá existe desigualdad, pobreza, discriminación, y solamente ahora la gente se está preguntando por qué”.

Daniel, hizo aliá desde Argentina hace 5 años. Foto: Oren Ziv

El Israel que nosotros conocemos existe y se mantiene gracias al esfuerzo de muchos con visiones diferentes sobre qué debe pasar acá y qué debe representar este país. Uno se puede identificar más con una visión que con otra, pero como en cualquier democracia, se acepta el derecho individual de tener su opinión. Paralelamente, el movimiento sionista se creó de una forma similar, donde existían varias ramas políticas, con el entendimiento de que Israel se establecerá como el país de todos los judíos sin importar ideología, nivel de religiosidad, etc.  Al final, Israel se creó, y se mantiene, no solamente por los que viven acá sino por todos los que se identifican con el país en todo el mundo. Por eso es importante mostrarle al Gobierno y al mundo entero que hay oposición, y que no pensamos parar hasta que sepamos que este paso antidemocrático se terminará, esta responsabilidad cae encima de todos los que están en desacuerdo con la reforma judicial.