Hariri aprovechó su discurso para decir que «la de Israel es una historia negra, odiosa, de destrucción», y sentenció que la unidad libanesa nunca podrá ser destruida. «Puede que los ataques de Israel hayan destruido físicamente El Líbano, pero nunca conseguirán tocar la unidad nacional», afirmó.
En referencia al discurso de Hariri, el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Mark Regev, dijo que es «demasiado frecuente en el mundo árabe que la gente piense que los ataques a Israel están políticamente legitimados».