El ataque destruyó por completo una casa, matando a sus dos ocupantes e hiriendo a cuatro vecinos, reportaron fuentes hospitalarias de la zona.
La residencia pertenecía a Hassan Shaath, líder local del grupo miliciano Al Aqsa. Los muertos fueron identificados como dos primos suyos: Ibrahim Shaath y su padre Ha’assan.
Según el ejército israelí, la residencia era utilizada como un depósito de armas y antes del ataque, se les informó a los ocupantes que debían abandonarla, pero decidieron no hacer caso a las advertencias.
Israel, por su parte, informó que disparó a dos palestinos armados que trataban de infiltrarse a este país desde Gaza.