Hersh considera que cuando Hezbollah cruzó hacia Israel para secuestrar a dos soldados, la administración Bush estaba “curiosamente pasiva”. “Es un momento de clarificación”, dijo el pasado 16 de julio Bush en la Cumbre del G-8 en San Petesburgo y describió a la relación entre Hezbollah, Siria e Irán como la “raíz de la inestabilidad” en Medio Oriente.
“La administración Bush estuvo involucrada en planear los ataques de Israel”, escribió Hersh en ‘The New Yorker’. “El Presidente Bush y el vicepresidente Dick Cheney estaban convencidos de que una campaña aérea exitosa por parte de la Fuerza Aérea Israelí contra Hezbollah, podría tranquilizar las preocupaciones de seguridad de Israel y servir como preludio para un ataque preventivo para destruir las instalaciones nucleares de Irán, en especial, aquellas se encuentran bajo tierra”, precisó Hersh.
Las fuentes consultadas por el periodista, en su mayoría agentes de inteligencia y militares israelíes, enfatizaron en que los puntos inmediatos en temas de seguridad eran razones más que suficientes para confrontar con Hezbollah, más allá de lo que Bus quisiese.
Shabtai Shavit, consejero del Congreso y ex jefe del Mossad le dijo a Hersh que “hacemos lo que pensamos que es lo mejor para nosotros, y si esto se encuentra con los intereses de Estados Unidos es solo una parte de una relación entre dos amigos. Hezbollah está armado hasta los dientes y entrenado con la tecnología más avanzada. Solo era una cuestión de tiempo”.
Según un experto consultado por Hersh, Israel había trazado un plan para atacar a Hezbollah, e incluso se lo había mostrado a Estados Unidos, antes de los secuestros del pasado 12 de julio. “No es cierto que Hezbollah ingresó en la trampa de los israelíes”, dijo la fuente a Hersh.
La Casa Blanca estaba concentrada en que Hezbollah utilizase y se librase de sus armas para que ante un próximo ataque contra Irán, Estados Unidos tuviera menos equipo bélico contra el cual competir o ser atacado.
En los últimos meses, señala Hersh, miembros de la inteligencia y del Ejército de los Estados Unidos e Israel comenzaron a trabajar juntos para planear un ataque a Irán. La gran pregunta era: ¿quién es nuestro aliado más cercano para atacar Irán? “No es Congo, es Israel”, sostiene Hersh.
Además, los ingenieros iraníes han estado asesorando a Hezbollah en la construcción de túneles subterráneos, por lo tanto oficiales estadounidenses le sugirieron a la Fuerza Aérea Israelí que debían dedicarse a estudiar estos canales y en especial a “cazar” misiles, túneles y búnkers. En definitiva, esta, para Estados Unidos, fue una guerra tipo o “guerra en demo” (demostración, o simulacro).
Estados Unidos estaba buscando desde hacía mucho tiempo un motivo para atacar a Hezbollah porque es considerada -por este Gobierno- como “el dream team de los terroristas”, la guerrilla más peligrosa de todas en la región.
En definitiva, el secuestro de los dos soldados, fue visto por Israel como el momento oportuno para atacar a Hezbollah, escribió Hersh. David Siegel, el vocero de la Embajada israelí en Washington negó esta posibilidad.
En recientes encuestas y notas de los medios israelíes, la mayoría de los votantes coincidió en que no fue el Gobierno de Israel quien decidió el ataque, sino la administración de Washington. La idea era atacar la infraestructura libanesa (incluyendo aeropuertos y usinas energéticas) para poder persuadir a la comunidad cristiana y sunita de las maldades de Hezbollah.
Hersh informa que fue el Teniente General Dan Halutz, jefe de las Fuerzas Armadas Israelíes, la mente maestra de los ataques y que tomó a la guerra de Kosovo como un ejemplo de lo que Israel debía lograr. La OTAN comandada por el General Wesley Clark bombardeó metódicamente no solo a los objetivos militares, sino también puentes y calles en Kosovo y en Serbia durante 78 días. Según Hersh, un oficial israelí le dijo a Condi Rice que “ustedes lo hicieron en 78 días y nosotros necesitamos sólo la mitad, 35”.
El vicepresidente Dick Cheney además razonó: “Sería grandioso aprender qué hacer en Irán mirando lo que hace Israel en El Líbano”.
En el largo artículo escrito por Hersh se cita a una fuente de inteligencia europea, quien le dijo al periodista que “los israelíes fueron atrapados en una trampa psicológica, han creído que podían resolver sus problemas con firmeza. Pero ahora con el martirio islámico, las cosas han cambiado y necesitan distintas respuestas. Y ¿cómo se asusta a gente que vive en el Hezbollah?”.
De todos modos, quienes apoyan la guerra de Israel contra Hezbollah sostienen que Israel está fallando a la hora de conseguir un objetivo mayor como es el de erradicar a la guerrilla de El Líbano.