Tribunal de Etica de la Comunidad Judía

¿Por qué no deben renunciar?

Para sorpresa de muchos, a fines del mes de Junio de 2003 se tuvo conocimiento de la renuncia presentada, en pleno, por el "Tribunal de Etica de la Comunidad Judía". Presentamos algunas claves por las que no deben renunciar.

Por José M. Adaszko, Presidente de Meretz Argentina

Si bien gran parte de nuestra comunidad desconocía la existencia de éste organismo, no significa esto restarle importancia a su tarea como así también a la relevancia de sus integrantes.
El mismo fue creado a iniciativa del Consejo de Presidentes de Partidos Sionistas y en ese marco sabemos la importante tarea que llevo a cabo el Dr. Noé Davidovich (ex Presidente de Mapam-Meretz y ex Secretario General de la AMIA) a fin de llevar a buen puerto la iniciativa. A tal fin, se solicitó la colaboración de AMIA y, finalmente, por intermedio de su Asamblea de Asociados, se aprueba la iniciativa entrando en funciones en el mes de junio de 1999.
El Consejo de Presidentes de Partidos Sionistas, al recibir la nota de renuncia de los Integrantes del Tribunal -compuesto por los doctores Angel Schindel (Presidente), Elías Neuman (Vicepresidente), los señores Jaime Belfer, Juan Ulnik, Horacio Roitman, Rabino Marcos Edery, Rabino Lic. Felipe Yaffe y el licenciado Santiago Kovadloff (Vocales) y la Secretaria Letrada, doctora Victoria Gutnisky-, renuncia que también fue dirigida a la AMIA, DAIA, OSA, CUJA, FESERA, FACCMA, BNAI BRIT y al Embajador del Estado de Israel, citó con urgencia a los representantes de las instituciones mencionadas precedentemente a fin de considerar la nota de renuncia y sus motivaciones.
En la misma hubo varios criterios, entre ellos el de la Mesa de Presidentes de Partidos Sionistas en el sentido que no debía aceptarse esta renuncia y se debía invitar a los integrantes del Tribunal a fin de ofrecerle el máximo de colaboración y perfeccionar los mecanismos de funcionamiento del mismo, así mismo la DAIA, a través de su Presidente -el doctor José Hercman- daba a conocer su intención de convocar a una Asamblea para este mes de agosto a fin de tratar el tema. Hice notar la gravedad que revestía el hecho de aceptar la renuncia de todos los integrantes del Tribunal teniendo en cuenta la calidad personal e idoneidad de quienes lo integran y el pésimo antecedente que significaría a futuro que frente a cualquier contingencia (léase cualquier fallo adverso hacia alguna persona o institución y que la sanción resultante no tenga efectiva aplicación) termine con la renuncia en pleno del Tribunal.
Se convino, en esa reunión, que los participantes de la misma se volverían a encontrar a fin de fijar el camino a seguir en un período de siete días. Para sorpresa de todos, a las 48 horas se recibió una nota de la DAIA, firmada por su Presidente y Secretario General con el siguiente texto: «invitación a reunión plenaria de presidentes de instituciones adheridas que tendrá lugar el lunes 28 de julio, en la ocasión se analizará la ‘creación’ de un Tribunal de Etica de la comunidad judía argentina».
El Consejo de Presidentes de Movimientos Sionistas pidió un encuentro con la DAIA, el que fue concedido a las 24 horas.
El doctor Hercman pudo escuchar, en forma verbal, la nota que se le hiciera llegar horas antes con el siguiente texto:
a) Este Consejo de Presidentes fue el órgano que diera origen y concreción a la constitución del Tribunal de Etica Comunitario en el año 1999.
b) De la redacción de vuestra nota del día 17/7/03, pareciera entenderse que se pretende el reemplazo o sustitución de un órgano comunitario existente, por otro a crearse. Encarecemos se oriente la reunión del 28/7/03 en dirección al fortalecimiento y continuación de la actividad del Tribunal de Etica Comunitario existente.

Dentro de ese cauce se orientó la reunión producida el pasado 28 de julio en la cual se propuso apoyar la continuidad del Tribunal existente y, al mismo tiempo, la integración de un grupo de trabajo a fin de colaborar y poder subsanar los inconvenientes que motivaron la renuncia. Esta comisión de apoyo estaría constituida por dos integrantes del Tribunal , 2 de la Mesa del Consejo de Presidentes de Partidos Sionistas e integrantes de otras instancias comunitarias.
Hay que resaltar que durante 4 años el Tribunal, en forma silenciosa pero efectiva, se pronunció en 40 casos específicos y desechó muchos otros que no estaban en la competencia para la que había sido creado (ver «COMPETENCIA»). Más allá de los considerandos de la renuncia (ver «CONSIDERANDO»), la misma debe llamar a la reflexión sobre las serias falencias de los mecanismos que debían regular el sentido vinculante de sus fallos, la difusión de sus sentencias por medios públicos, la adecuación de su estructura fundacional a efectos de permitir la substitución o reemplazo de sus miembros -lo que equivale a la renovación parcial o total de los mismos-, la fijación del período de gestión o duración del mandato y la resolución de problemas logísticos de infraestructura.
No es poca la tarea, pero debe apoyarse y se debe lograr una ampliación importante de instituciones que se pongan bajo la jurisdicción del Tribunal de Etica Comunitario.