Mauricio Rosencof:

“¿Cómo negociás con quien quiere hacerte desaparecer?”

Mauricio Rosencof, actual Director de Cultura de la Intendencia Municipal de Montevideo (Uruguay), ex Tupamaro y rehén de la dictadura militar uruguaya hizo las siguientes declaraciones al programa ‘En Perspectiva’ de la radio CX14 El Espectador, en la tertulia del pasado 28 de julio de 2006.

Voy a cometer un acto bélico: ya que no me dan la palabra me la agarro.
En primer lugar, en esta mesa no hay nadie más uruguayo que yo. Primera cuestión. Y quiero saludar antes que a nadie a mi amigo Abuchalja que acaba de llegar. Y eso de que yo no soy racista porque tengo un amigo negro… a los libaneses, que nos dieron la biaba juntos, que todos eran turcos, los Amir, los Mirza, los Nasif. Y los Rosencof éramos ‘los rusos’ y seguimos siendo ‘los rusos’. Es decir que hemos formado parte de la construcción de este país.
Pero esta historia no arranca de ahora, y Abuchalja y yo somos partidarios de citar la Biblia siempre: el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra.
¿Por qué está Israel allá? ¿Por qué se permitió esa hecatombe tremenda con el silencio cómplice del Papado y hasta de los aliados, que sabían que iban a los campos de concentración las vías del ferrocarril con cargamentos de niños, que tanto preocupan a Tornaría, y nunca bombardearon las vías férreas? Pero además, los que terminaron yendo para allá fueron los expulsados de Rusia resistiendo junto con el Bund y con los socialistas…
Acá estamos con Kreimerman, que es hincha de Rampla y viene del Cerro.
Y el hermano murió en su puesto como socialista y miembro del gabinete frenteamplista.
Menciono a Bernardo.
Y el desaparecido más emblemático que tenemos en este país es Gerardo Bleier.
Y acá en el Seccional Sur del Partido Comunista, cuando vos entrabas en la década de los ´40, detrás de las puertas en las reuniones de agrupación se hablaba en yiddish.
Y el punto de partida de resistencia más formidable contra el nazismo que se produjo en el mundo fue en España, durante la Guerra Civil con la conformación de las brigadas internacionales: 15.000 miembros. Y debería recordarlo Zapatero antes de abrir la boca para pedir un nuevo modelito en el Corte Inglés. Y el 25% de los miembros de las brigadas internacionales eran judíos, expulsados de todos lados. Y los que llegaron acá llegaron corridos por los pogroms.
Porque como uruguayo tengo que decir que siento la vergüenza de los muchos que sintieron vergüenza cuando llegó un barco al puerto cargado de judíos que huían de la Alemania nazi y no los dejaron desembarcar. ¿Quién fue a recibirlos y les dijo?: “vayan por Valparaíso, allí bajan y vayan al país que quieran” porque había un congreso médico.
El que les dice eso es Salvador Allende, y el que recibe ese consejo, que finalmente cumple, es Drexler, padre de Jorge Drexler, que tuvo que dar toda esa vuelta.
Así que el que esté libre de pecado tire la primera piedra. Y después de la guerra en Polonia siguieron los pogroms.

Yo no tengo que alinearme con ningún otro gobierno que no sea el mío.
Fijate con qué naturalidad terminamos aceptando que Irán dice “hay que borrar a Israel del mapa”.
Con qué naturalidad aceptamos que Hezbollah, que puso la bomba en la AMIA, diga “hay que borrar a Israel del mapa”.
Y con qué naturalidad, Siria y Hamas dicen “hay que borrar a Israel del mapa”.

¿Qué vas a negociar? Si tus vecinos dicen “hay que borrar”…

Hay que verlo desde ese punto de vista también… Pero Egipto y Jordania tienen relaciones con Israel y lograron la paz con Israel, no es todo lo mismo.
Por supuesto que yo no quiero una guerra ni quiero estar tirando bombas. Pero hay circunstancias en que no tenés más remedio. Claro, ser pacifista así es muy sencillo.
Lo más importante es que haya una paz entre Israel y El Líbano; que era un país donde Hezbollah, entre otras cosas, planteó el aniquilamiento, no de Israel, sino de todo aquello que no sea su doctrina fundamentalista.
A los cristianos también les dieron para tabaco.
Yo no lo siento tan lejano por mi condición, por mi origen y porque mi familia sucumbió en la resistencia de Europa o en los campos de concentración. Lo tomo porque es un problema que nos concierne a todos.
Terminaron en un territorio más chico que el departamento de Tacuarembó porque todo el mundo se lavó las manos, desde 1492, después que Torquemada, por no querer convertirse al cristianismo y agarró moros y judíos y 30.000 incinerados en 20 años.
Entonces ahora, que hay un territorio pequeño, que terminan plantando junto al mar de Galilea bananos ¡qué van a querer pelear! Además, Israel no es un país estrictamente judío. Yo estuve hablando con generales drusos, con directores de universidades palestinos que tampoco quieren eso. Porque si se liquida Israel también los liquidan a ellos.

A él le decían “Turco”. A mí me decían “el Ruso”. El me sonrió y me dijo: ¿qué dirían nuestros padres si nos vieran juntos? Y yo le dije: dirían lo mismo que nosotros: estamos en estado de entendimiento.
Es decir, estamos tirando para el mismo lado.