Argentina:

Súper Fernández

El Ejecutivo ya tiene sus superpoderes sobre el Presupuesto Nacional. El Gobierno logró aprobar en el Congreso, por mayoría simple, la reforma a la Ley de Administración Financiera, que otorga al jefe de Gabinete de Ministros (Alberto Fernández) de la Nación las facultades permanentes para modificar el presupuesto sin control parlamentario.

Luego de 9 horas de debate, el Frente para la Victoria obtuvo los votos necesarios, incluyendo 15 del Peronismo Federal y otros del Partido Nuevo, radicales aliados y demás ‘transversales’ para modificar la Ley de Administración Financiera de la Nación.
La sesión comenzó con 135 legisladores del Frente para la Victoria, mientras que la oposición no bajó al recinto.
En realidad se trató de la reforma al artículo 37 de la Ley de Administración Financiera para que el Jefe de Gabinete pueda redistribuir las partidas entre el gasto corriente y de capital con excepción de los recursos de seguridad e inteligencia, sin pedir autorización al Congreso Nacional.
La oposición criticó el proyecto por la discrecionalidad que supone facultar al jefe del Gabinete de Ministros “a disponer las reestructuraciones presupuestarias que considere necesarias dentro del total aprobado por cada Ley de Presupuesto”.
Antes de la sesión, el Presidente Kirchner había exigido una rápida sanción. “Algunos me tratan de trabar.
Estoy necesitando los instrumentos para poder gobernar», dijo al mediodía en un acto en la ciudad de Rosario.
La modificación fue promovida hace 3 semanas en la Cámara alta, defendida por la senadora Cristina Fernández de Kirchner (FV-Buenos Aires), a quien la oposición comparó con Domingo Cavallo, quien en el año 2001 hizo énfasis en la necesidad de contar con superpoderes o facultades extraordinarias delegadas por el Congreso.
Al Congreso sólo le quedaría fijar los números globales del Presupuesto y aprobar el monto de endeudamiento previsto para cada ejercicio.
«Cercenar la mayor herramienta de gobierno que poseen las minorías -que es el presupuesto de recursos y gastos de la Nación- es ignorarlas», afirmó Esteban Bullrich (Pro-Capital), un rato antes de que Mauricio Macri (Pro-Capital) protagonizara uno de los momentos más llamativos del debate.
«Me pregunto si estamos yendo hacia una democradura», fustigó el líder de Pro, y comparó a los pueblos con un sapo que no reacciona dentro de un recipiente con agua hirviendo a fuego moderado. «No nos dejemos cocinar a fuego lento», afirmó Macri mientras agitaba un sapo de peluche.
El socialista Hermes Binner (Santa Fe) se mostró partidario de aplicar «el principio de la flexibilidad presupuestaria, un derecho que debe tener el Ejecutivo para poder gobernar», aunque aclaró que votaría contra la iniciativa porque «hay que establecer límites» a su utilización.
Al promediar la sesión, el oficialista santafecino Oscar Lamberto (FV) afirmó que el proyecto «no le va a cambiar la vida a nadie ni se van a caer las instituciones», y estimó que «sólo se puede cambiar un 5 ó 6% del presupuesto, porque la mayoría son gastos fijos».
Veremos lo que nos dice la historia…