Las tropas israelíes, con apoyo aéreo, de tanques y de blindados, ingresaron a El Líbano en cuatro puntos diferentes de la frontera, donde combatieron y destruyeron bases e infraestructura de Hezbollah.
Fuertes combates se libraron en la población fronteriza libanesa de Aita al-Shaab, donde Israel confirmó la muerte de 3 soldados y otros 25 soldados fueron heridos.
Olmert declaró que no es conveniente, para Israel, declarar un alto el fuego al tiempo que el ministro de Infraestructura Nacional, Benjamin Ben-Eliezer, afirmó que necesitan entre 10 y 14 días para terminar de debilitar a Hezbollah.
Israel quiere expulsar al grupo guerrillero del sur del Líbano y detener el lanzamiento de cohetes desde la frontera con El Líbano.
En la noche del 1 de agosto, militares israelíes desembarcaron cerca de un bastión de Hezbollah en el Valle de Bekaa, 80 kilómetros al este de Beirut. Los israelíes advirtieron a los habitantes del norte del río Litani que abandonen la zona por lo que se aceleró el retiro de la población. El alcalde de Tiro, Abdel Mohsen Husseini, dijo que en la localidad quedaban tan sólo «15 habitantes»