¿Insania o derecha religiosa fascista? El asalto kahanista al  histórico sionismo religioso

En un vasto artículo en que analiza al detalle la trasformación a lo largo de los años de los partidos religiosos, hasta devenir en las tendencias fascistas actuales que están accediendo al Gobierno, Leonardo Senkman llama a la construcción conjunta -y sin dilaciones- de un frente de resistencia tanto en Israel como en la diáspora, “resistencia no solo política contra la limpieza étnica que amaga el nuevo gobierno kahanista, de Netanyahu, Ben Gvir y Smotrich-“, sino también “cultural, religiosa y sionista auténtica”, en defensa de la democracia del estado judío.
Por Leonardo Senkman (desde Jerusalén)

Por Leonardo Senkman (desde Jerusalén)

La estupefacción por el triunfo electoral del bloque de extrema derecha que logró Netanyahu está cediendo paso a la alarma indignada por sus nombramientos de fundamentalistas en carteras clave para su sexta coalición de gobierno populista
Tanto el primer acuerdo de nombramiento al kahanista Itamar Ben Gvir como supremo Ministro de Seguridad Nacional, e inmediatamente el segundo nombramiento del fóbico de gays y lesbianas Avió Maoz como vice ministro a cargo de la Autoridad de la Identidad Judía en Israel, provocaron una reacción de escándalo y abucheo en cadena contra Netanyahu, dentro y fuera de Israel
“El primer ministro designado junto a un homofóbico racista y chovinista. Me revuelve el estómago. No permitiremos que sumerjan a Israel en el abismo”, repudio Meirav Mijaeli, jefa del Laborismo. Y organizaciones de derechos humanos, rabinos reformistas y conservadores, además de periodistas de Haaretz acusan de “insania” la presente negociación política de Netanyahu: “La locura populista judía ha derrotado a la cordura en Israel”, sentencian. (The Times of Israel. 27 /11/22. Carrie Keller)
Sin embargo. yo prefiero no perder la calma y formular dos preguntas histórico políticas a fin de comprender mejor la supuesta “insania” del líder populista israelí que está armando una coalición de extrema derecha con políticos religiosos fascistas y partidos ultra ortodoxos.
La primera pregunta: ¿por qué los kahanistas Ytamar Ben Gvir, Betzalel Smotrich y el xenófobo Avi Maoz eligieron al nuevo Partido Sionista Religioso – metamorfosis del histórico MAFDAL (Partido Nacional Religioso) – para impulsar un bloque nacionalista de ultra derecha liderado por Netanyahu?
Y una segunda pregunta: el líder histórico del LIKUD ¿necesitaba solo electoralmente a este bloque judío proto fascista para continuar con su anterior régimen de coaliciones populistas de derecha? ¿O, en cambio, Netanyahu aceptó la fascistización del bloque de poder al que llama eufemísticamente “un gobierno nacional fuerte y estable”, mientras que los kahanistas celebran a “un Gobierno netamente derechista”? Desde que Bibi legitimó a los jóvenes epígonos del racista rabino Meier Kahana convenciéndolos de ir unidos en una sola lista electoral sabía perfectamente cuál era el programa del jefe del partido fascista judío Otzmat Yehudit y también del fundamentalista homófobo Bezalel Smotrich, jefe del Partido Sionismo Religioso (PSR). Públicamente prometían ambos expulsar a árabes e izquierdistas desleales, dar más libertad de acción represiva a los soldados en enfrentamientos con palestinos, perseguir a israelíes y ONG pro palestinos, expandir los asentamientos judíos en Cisjordania, legalizar «colonias ilegales» y dar acceso libre a los judíos para rezar en el Monte del Templo. Bibi pretendía hacerse el distraído ya que le interesaba esencialmente que Ben Gvir formase una lista conjunta con Smotrich para asegurar que supere el umbral electoral mínimo del 3,25 % de los votos, sin el cual lo dejaría fuera de la Knesset. Y no se equivocó: si en 2021 el PSR obtuvo 6 escaños, en las últimas elecciones de 2022 se elevaron a 14.

Itamar Ben Gvir


No sorprende, pues, que Netanyahu haya aceptado en las negociaciones todas las condiciones del kahanista Ben Gvir, con cuyo partido de ultraderecha firmó el primer acuerdo de coalición para nombrarlo ministro de Seguridad Nacional plus. El segundo acuerdo con el líder de la facción Noam, el fundamentalista colono Avi Maoz, le garantiza una oficina gubernamental “para reforzar la identidad judía entre los israelíes”. Maoz se ha posicionado claramente contra los derechos LGTBQ y no acepta que las mujeres sirvan en el ejército. Además, rechaza que los alumnos judíos tengan profesores árabes en las escuelas israelíes y considera ilegítimo el judaísmo no ortodoxo, reprobando las conversiones de los movimientos liberales Reformista y Conservador, minoritarios en Israel, pero dominantes en Estados Unidos y de fecunda trayectoria en diásporas latinoamericanas. Asimismo, Maoz exige modificar la Ley del Retorno para admitir la alía solo a judíos según la Halajá..
En anteriores coaliciones, Netanyahu no aceptó a la extrema derecha nacionalista kahanista; en cambio, en su estrategia de coaliciones populistas de centro derecha, el primer Ministro invitaba tanto a partidos sionistas religiosos como a religiosos ortodoxos no sionistas inclusive partidos anti sionistas. Al observar los resultados electorales de ambos campos, el sionismo religioso y el anti sionismo ultra ortodoxo, el líder del LIKUD captó los profundos cambios acaecidos desde los 70s a 90s y en décadas siguientes.
En primer lugar, hubo una disminución drástica de votantes para el histórico partido sionista religioso MAFDAL, que desde 1949 había formado coalición con el laborismo: en la década de los setenta obtuvo una votación cercana al 10 %, pero cayó por debajo del 5 % en la década siguiente. Como veremos enseguida, los jóvenes sucesores del antiguo Partido Nacional Religioso MAFDAL hoy son los ultra nacionalistas seguidores del legado racista y fascista del rabino Meir Kahana.
En segundo lugar, creció el protagonismo de dos partidos ultra-ortodoxos de carácter étnico: por un lado, a partir de 1984, el ascenso sorprendente del partido ultra ortodoxo sefardí SHAS, que pese a su no sionismo había reconocido al Estado de Israel; por otro lado, desde 1992 a través de alianzas se fortaleció el partido ultra ortodoxo anti sionista Agudat Israel ( miembro de la organización internacional World Agudath Israel).
SHAS, (“Unión de Sefardim Guardianes de la Torá”) es un partido integrado por judíos de origen marroquí y fue liderado por el rabino ultra ortodoxo Ovadia Yosef, quien presidió el Consejo de Sabios de la Torá; tal modelo teocrático político fue compartido también por los asquenazíes ultraortodoxos miembros de Agudat Israel, en el cual la autoridad suprema proviene del Consejo de los Grandes de la Toráa, cuyo líder histórico fue el rabino Eliezer Menajem Shaj

Ovadia Yosef


SHAS participó en coaliciones de gobierno tanto de laboristas y de la derecha populista de Netanyahu. Así, en 1992 formó parte del gobierno de Itzjak Rabin junto con el partido Avodá y Meretz, pero abandonó la coalición en setiembre 1993 al firmarse el Acuerdo Oslo 1 con la OLP. El crecimiento vertiginoso de SHAS pasó de 3,8 % en 1973 al 9,2 % en 1988, logrando mantenerse con un porcentaje cercano al 10 % en elecciones posteriores.
Pero Netanyahu ha sido quien reclutó políticamente a SHAS liderado por Aryeh Deri en sus dos primeros gobiernos de coalición: en 1996 SHAS había logrado 10 escaños y en 1999 trepará a 17. Desde entonces, Netanyahu recluta a SHAS para formar parte de todas sus coaliciones: en 2006 (obtuvo 12 escaños); en 2009 (11 escaños); en 2015 (7 escaños) y en 2019 (8 escaños). No sorprende, pues, que en estas últimas elecciones de noviembre Deri con 11 escaños haya sido premiado con máximas atribuciones de Netanyahu: el ex encarcelado por delitos de corrupción en los mismos ministerios en los que cometió sus crímenes ahora vuelve a ser nombrado ministro de Interior, además en rotar en el ministerio de Finanzas y, de yapa, será vice Primer Ministro. Desde su creación, los objetivos sociales de SHAS siguen siendo obtener financiación para mantener y expandir sus instituciones religiosas, educativas y conseguir ayuda estatal económica para su clientela de votantes ultra ortodoxos sefardíes de sectores populares.
Por su parte, el partido religioso histórico Agudat Israel (integrado por ultra ortodoxos de las cortes de Habido de Ger, Bel y Vizhnitz), desde 1992 forma parte del nuevo partido político Yahadut haTorá ha Meujedet, una coalición electoral de judíos ultraortodoxos asquenazim que también integran Déguel HaTorá. El partido se opone a cualquier cambio en las relaciones entre el sionismo y la religión judía, rechazando la amenaza a la autonomía política de los judíos haredim en todo lo referente a sus instituciones educativas y religiosas. Cuando participa en coaliciones de gobierno, Yahadut ha-Tora generalmente se abstiene de aceptar carteras políticas en el gabinete. Sus posiciones sobre la política exterior israelí y la cuestión palestina han sido flexibles en el pasado, ya que el partido rechaza formalmente el sionismo político secular. Por lo tanto, ha jugado rol decisivo en la formación de coaliciones dirigidas tanto por el Likud como por los laboristas. Agudat Israel apoyó el plan de retirada unilateral de Ariel Sharon de 2005. Pero el líder del Likud habría tenido injerencia para decidir la unión de los jasidim de Agudat Israel con los mitnagdim de Deguel ha-Tora en las elecciones de 2006 a fin de que Yahadut ha-Torá en 2009 formase parte del gobierno de coalición: más aún, Bibi consiguió que la nueva agrupación ultra ortodoxa unificada se vuelva más próxima al movimiento de colonos ortodoxos en Cisjordania y, por lo tanto, alineada con posiciones de la derecha nacionalista del Likud en materia de seguridad y cuestiones militares

MAFDAL: de partido sionista religioso liberal a la fascistización del actual Partido Sionista Religioso.

El sostenido ascenso de estos partidos ultra-ortodoxos étnicos, tanto de asquenazíes y sefardíes, una tendencia visible desde 1988 hasta la actualidad, les permitió superar electoralmente al sionismo religioso del histórico partido MAFDAL: si en las elecciones de 1999 obtuvieron el 16,7 % de los votos que ayudaron a Netanyahu a formar su coalición, en 2022 duplicaron a 32 los votos conjuntos de Yahadut haTorá, SHAS y PSR.
Ahora bien: Netanyahu también supo capitalizar en sus seis coaliciones los cambios ideológicos de la nueva base social que transformó al MAFDAL histórico; primeramente, gracias a su derechización creciente desde 1967 hasta arribar al trasvasamiento generacional que ahora acepta la kahanización del Partido Sionista Religioso, versión 2022 del fascismo israelí.
Resulta imprescindible una breve excursión histórica para comprender esta peligrosísima desnaturalización que experimentó el original MAFDAL liberal, hoy convertido en el kahanista PSR liderado por el fundamentalista B, Smotrich.

Bezalel Smotrich

El Partido Religioso Nacional (PNR) fue creado en 1956 por la fusión de dos partidos religiosos: Mizraji y Hapoel HaMizraji. Ambos partidos ortodoxos se habían postulado para las elecciones de 1955 en una lista conjunta bajo el nombre de Frente Religioso Nacional. Sus fundadores fueron Yosef Burg y Haim-Moshe Shapira (intelectuales liberales de Hapoel ha Mizraji), quienes centraron su actividad principalmente en el estatus del judaísmo ortodoxo al interior de la sociedad civil israelí. A lo largo de su existencia, el PNR intentó preservar la relevancia del judaísmo en asuntos de derecho civil, familia, educación, cultura judía y cuestiones municipales como las prohibiciones de la venta de alimentos no kosher (en áreas prescritas), y prohibir el transporte y las actividades públicas en Shabat. Además, como partido centrista, el PNR operaba un sindicato obrero israelí (con el mismo nombre que el antiguo partido de los trabajadores, Hapoel ha Mizraji), un periódico (HaTzofé) y un popular movimiento juvenil (Bnei Akiva), aun existente. Dado su carácter popular, la cooperación de larga data entre el Partido Laborista israelí y el PNR era conocida como la “Liga Histórica”.
El drástico cambio se produjo a partir de la victoria en la Guerra de los Seis Días y la conquista territorial en Judea, Samaria y Jerusalén que generó tendencias mesiánicas entre los judíos israelíes ortodoxos y el giro hacia la derecha teocrática del Gush Emunim entre numerosos miembros del NRP.
Aviezer Ravitzky (Messianism, Zionism, and Jewish Religious Radicalism, 1996) rastreó las raíces de la ideología haredi, opuesta al movimiento sionista, y muestra cómo los haredim que viven en Israel después de 1967 lograron arribar a un compromiso doctrinario con un estado judío religiosamente profano para ellos y, por lo tanto, abominable. Al examinar los movimientos ortodoxos radicales luego de la Guerra de los seis días, especialmente el Gush Emunim, demuestra que transfiguraron el Estado de Israel en Tierra (Eretz) Israel, como agente divino para concretar la redención judía. Ravitzky advierte del riesgo político de la transformación del jasidismo Jabad desde un conservadurismo religioso al mesianismo radical.
Paralelamente, alrededor de 1969, había surgido una nueva generación joven en el PNR, liderada por Zevulun Hammer y Yehuda Ben-Meir, exigiendo que el partido prestara más atención a los problemas socio-económicos, además de sus preocupaciones sobre el judaísmo y el estado moderno. Desde sus inicios, el PNR mantuvo un número casi constante de 12 miembros de la Knesset, pero la declinación fue irreversible: en 1981 se redujo a 6 diputados. Las razones fueron diversas: reducción general de su población electoral histórica y el giro hacia la derecha mesiánica; sin embargo, la moderación política de muchos judíos ortodoxos de MAFDAL primó para condenar al partido racista religioso KAJ de Meir Kahana. Su movimiento terrorista anti árabe y xenófobo siguió creciendo hasta que, vísperas de las elecciones a la Knesset de 1988, una coalición laborista-Likud prohibió que el partido de Kahana se presentara. La prohibición se basó en una enmienda añadida a la Ley Básica de Israel que descalificaba a cualquier candidato cuya plataforma incluyera «incitación al racismo». Si figuras como el ex ministro de Justicia D. Meridor del Likud y el ex ministro Z Hammer de Educación del MAFDAL fueron propulsores de la expulsión de Kahana de la Knesset, en 2022 Netanyahu no solo legitimó a discípulos del fundador de Kaj, sino que acepta nombrar ministro de Seguridad Nacional a su alumno Ben Gvir y transige con su exigencia de conferirle atribuciones extraordinarias, entre otras, crear milicias policiales en los territorios palestinos.

Meir Kahana

¿Insania de Netanyahu o culminación de una estrategia política? Primero impulsó la derechización nacionalista del MAFDAl, y ahora cree ha llegado el momento de legitimar la fascistización del Partido Sionista Religioso.
Recordemos que, al contrario del partido Kaj del rabino terrorista Meir Kahana excomulgado en EE. UU, el PNR nunca aceptó la visión ultra ortodoxa de Medinat Halajá (estado halájico), una teocracia israelí normatizada conforme la ley judía. Por el contrario, el PNR de Yosef Burg enfatizaba la unidad nacional y trabajaba de puente entre las diferentes partes de la heterogénea sociedad israelí, invocando lo que llamaba Ahavat Israel.(amor al pueblo judío)
Tampoco es extraño que líderes de los partidos religiosos SHAS y Agudat Israel hayan despreciado al PNR por haber participado en una coalición de gobierno laborista junto a un partido pluralista secular como Shinui (el cual a menudo era caracterizado de «antirreligioso»), reprochándole, además, no hacer lo suficiente para asegurar el “carácter judío” de Israel.

Estación final del MAFDAL histórico: ¿una transfiguración fascista?

En 2005, un año antes que Netanyahu formara coalición, luego de la retirada unilateral de Ariel Sharon de Gaza, dos miembros del Partido Nacional Religioso MAFDAL, Eitam e Itzhak Levi, anunciaron que se separaban oficialmente para formar el nuevo Partido Sionista Nacional Religioso Renovado. Este partido pasó a formar parte de la Unión Nacional, una alianza de Moledet y Tkuma – en sí misma antigua facción de derecha del PNR. En ese momento, la Unión Nacional también incluía al partido étnico ruso-laico Israel Beiteinu, aunque finalmente decidió postularse solo en las elecciones de 2006. La Unión Nacional ganó 9 escaños en las elecciones de 2006, de los cuales el MAFDAL recibió 3.
La política de alianzas del ex MAFDAL con la derecha sionista religiosa dio un segundo paso: el partido anunció su fusión con la Unión Nacional, Tkuma y Moledet para formar un nuevo partido de derecha, más tarde llamado Habait Hayehudi (El Hogar Judío). El 18 de noviembre 2008, los supervivientes del histórico MAFDAL votaron a favor de disolver el partido para unirse al nuevo partido de derecha.
El Hogar Judío fue la nueva versión derechista del Partido Nacional Religioso-MAFDAl, pero centrado políticamente en el conflicto israelí-palestino para defender los intereses de los colonos religiosos. Su joven líder Naftali Bennet desde 2012 había comenzado la carrera política en 2009 como secretario general del Consejo de los Asentamientos de Judea y Samaria, logrando 12 escaños para El Hogar Judío en las elecciones de 2013.Sin embargo, Bennet será cooptado políticamente como hombre clave de la estrategia de alianzas de Netanyahu con las nuevas derechas religiosas. Nombrará a Bennet en sus coaliciones sucesivamente ministro de Asuntos de la Diáspora de 2013 a 2019, ministro de Educación de 2015 a 2019 y, finalmente, ministro de Defensa de 2019 a 2020.
En diciembre de 2018 Bennett estuvo entre los parlamentarios que abandonaron el partido El Hogar Judío y formaron el disidente Nueva Derecha; sin embargo, en las elecciones de abril de 2019 no logró cruzar el umbral electoral mínimo: Bennett perdió su escaño de diputado y fue destituido por Netanyahu del gabinete.
Aquí hace su meteórica carrera el fundamentalista y ultra nacionalista sionista Betzalel Smotrich,
Para las elecciones a la Knesset de 2015 Smotrich obtuvo el segundo puesto en la lista de Tkuma, después de Uri Ariel, el líder del partido. Tkuma se presentó a las elecciones como parte de El Hogar Judío, y Smotrich ocupó el octavo lugar en la lista para las elecciones, logrando ser elegido diputado de la Knesset, En 2018 anunció que desafiaría a Uri Ariel por el liderazgo de la facción de la Unión Nacional. El 14 de enero de 2019 derrotó a Ariel en una victoria aplastante
Luego de una segunda elección en septiembre de 2019, Nueva Derecha formó una alianza electoral con El Hogar Judío y la Unión Nacional-Tkuma, denominada Derecha Unida, la cual poco después pasó a llamarse Yamina, liderada por Ayelet Shaked. La lista ganó siete escaños en las elecciones y Bennett recuperó el suyo en la Knesset. En noviembre de 2019, se reincorporó al gobierno de Netanyahu como ministro de Defensa. Después de disolverse brevemente, la alianza Yamina se recompuso en enero de 2020 antes de las elecciones y Bennett sucedió a Ayelet Shaked en la jefatura de Yamina que ganó seis escaños .En mayo 2020 Rafi Peretz, líder de El Hogar Judío, decidió separarse de la alianza y Yamina anunció que pasaría a la oposición. Tkuma cambió su nombre a Partido Sionista Religioso, y se separó de Yamina en enero 2021. A pesar de la deserción, Yamina ganó siete escaños en las elecciones de la Knesset en marzo 2021. Pero el Partido Sionista Religioso (PSR), al frente del cual estaba Smotrich, logrará un éxito sin precedentes en las elecciones de 2022. Netanyahu negoció un acuerdo para que el PSR de Smotrich se presentara junto con Otzma Yehudit de Itamar Ben Gvir a fin de asegurarse los escaños en la Knesset. Individualmente, tenían menos probabilidades de éxito y privarían a Netanyahu de los votos que necesitaba. Smotrich era el primero en la lista conjunta y Ben Gvir segundo. Al partido le fue mejor de lo esperado, ganando casi el 11 % de los votos y 14 escaños, convirtiéndose en la tercera fuerza más grande de la 25 Knesset.
Ahora bien: Netanyahu creía poder manipular en su coalición de extrema derecha a ambos líderes kahanistas, incluso algunos conjeturaban que se desprendería de ellos luego de aprobada la Ley Francesa que inmuniza a un primer Ministro en funciones; sin embargo, la prepotencia de Ben Gvir y Smotrich para entrar en la coalición de Netanyahu muestra que sus conductas y provocaciones fascistas son autónomas: ellos no están dispuestos a ser meros satélites del líder del Likud durante su sexto gobierno populista.
En las actuales negociaciones, Smotrich y Ben Gvir están en condiciones políticas de radicalizar al bloque de derecha religiosa que necesita Netanyahu para formar gobierno, pese a las protestas de la impotente oposición israelí y de las condenas de los judíos liberales reformistas y conservadores de la diáspora.
Pero precisamente, ante este peligrosísimo conato de fascistización y exclusión los judíos de Israel y de la diáspora tenemos que construir juntos y sin dilaciones un frente antifascista para Resistir.
Resistencia no solo política contra la limpieza étnica que amaga el nuevo gobierno kahanista, de Netanyahu –Ben Gvir y Smotrich, sino también resistencia cultural, religiosa y sionista auténtica contra el asalto nacionalista fundamentalista religioso a la democracia del estado judío.
Resistencia conjunta de laicos y religiosos, rabinos reformistas, conservadores , hombres, mujeres,, gays judíos, educadores y activistas comunitarios. Resistamos unidos en un mismo frente antifascista para defender el pluralismo humanista del pueblo judío.