Mahmud Komati, subjefe del Hezbollah, afirmó a la agencia internacional ‘The Associated Press’ que el liderazgo de la guerrilla no esperaba una ofensiva masiva cuando secuestró a los dos soldados israelíes, el pasado 12 de julio.
«La verdad es que no esperábamos esta respuesta… que (Israel) aprovechara esta operación para librar esta gran guerra contra nosotros», señaló.
Sí, dijo, que esperaban que Israel respondería -a la captura de los soldados- secuestrando a líderes del grupo guerrillero en redadas efectuadas por comandos y que comenzarían las negociaciones para un intercambio, lo cual le daría al Hezbollah la oportunidad de intentar obtener la liberación de prisioneros libaneses en cárceles israelíes.
Consideró que el ataque israelí era «injustificado» y afirmó que Hezbollah no depondrá sus armas.
También Israel ha sido sorprendido por una resistencia mayor a la esperada.
El pasado martes 25 de julio, Hezbollah disparó, por lo menos, 40 cohetes hacia el norte de Israel, matando a una adolescente e hiriendo al menos a otras 23 personas, afirmaron fuentes médicas israelíes.
Por su parte, voceros del Primer Ministro israelí, Ehud Olmert, afirmaron que Israel está plenamente decidido a derrotar a Hezbollah sin importar cuánto duren los combates.
En una ceremonia donde recibió a nuevos inmigrantes, en el Aeropuerto Internacional Ben Gurión, Olmert declaró: «Somos un pueblo fuerte, y tenemos la resistencia para una larga lucha … Continuaremos esta campaña para cumplir todos nuestros objetivos y derrotar a los enemigos del pueblo de Israel».