Crisis en Medio Oriente:

Ataque israelí mata a 6 libaneses y a 2 soldados de ONU

Soldados israelíes acordonaron un bastión del Hezbollah en combates en Nabatiye, al sur de El Líbano, en una jornada en que los ataques de Israel mataron a 6 personas y a 2 soldados de los Cascos Azules de la ONU en un puesto de control. Se estima que otros 2 miembros de las fuerzas de paz de Naciones Unidas también estén muertos.

En momentos en que Israel afirma que creará una zona de seguridad en el sur, un alto funcionario del Hezbollah reconoció que las guerrillas no esperaban una respuesta de tal magnitud por parte de Israel cuando secuestraron a los 2 soldados israelíes, el pasado 12 de julio.
Una nueva andanada de cohetes de Hezbollah azotó el norte de Israel, provocando la muerte de una adolescente. El líder del grupo, el jeque Hassan Nasrala, emitió un mensaje grabado por la estación de TV del grupo guerrillero, Al-Manar, donde afirma que las guerrillas comenzarán a disparar cohetes profundizarán la penetración en el territorio israelí.
«En la nueva etapa, nuestros ataques no se limitarán a Haifa. Sin importar la reacción de las fuerzas enemigas por los cohetes enviados a Haifa, pasaremos a la etapa ‘más allá de Haifa'», dijo el clérigo chiíta.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que el ataque israelí al puesto de observación fue «aparentemente deliberado» y le exigió a Israel que investigue. Una bomba arrojada por un caza israelí alcanzó directamente al puesto ubicado en Khiyam, cerca del sector este de la frontera.
Dos soldados del organismo murieron y se teme que otros dos también hayan fallecido bajo los escombros, indicó Annan. Además, fallecieron observadores de Canadá, China, Austria y Finlandia, señalaron funcionarios libaneses y de la ONU.
El embajador de Israel ante la ONU, Dan Gillerman, expresó su «profundo pesar» por las muertes, y negó que Israel haya atacado intencionalmente al puesto.
«Estoy impactado y profundamente afligido por la apresurada declaración del secretario general, donde insinúa que Israel atacó deliberadamente al puesto de la ONU», dijo Guillerman quien consideró las afirmaciones como «prematuras y erróneas».

Sorpresa por un ataque “injustificado”

Mahmud Komati, subjefe del Hezbollah, afirmó a la agencia internacional a The Associated Press que el liderazgo de la guerrilla no esperaba una ofensiva masiva cuando secuestró a los dos soldados israelíes, el pasado 12 de julio.
«La verdad es que no esperábamos esta respuesta… que (Israel) aprovechara esta operación para librar esta gran guerra contra nosotros», señaló.
Sí, dijo, que esperaban que Israel respondería -a la captura de los soldados- secuestrando a líderes del grupo guerrillero en redadas efectuadas por comandos y que comenzarían las negociaciones para un intercambio, lo cual le daría al Hezbollah la oportunidad de intentar obtener la liberación de prisioneros libaneses en cárceles israelíes.
Consideró que el ataque israelí era «injustificado» y afirmó que Hezbollah no depondrá sus armas.
También Israel ha sido sorprendido por una resistencia mayor a la esperada.
El pasado martes 25 de julio, Hezbollah disparó, por lo menos, 40 cohetes hacia el norte de Israel, matando a una adolescente e hiriendo al menos a otras 23 personas, afirmaron fuentes médicas israelíes.
Varios cohetes alcanzaron la población árabe-israelí de Maghar. Una adolescente de 15 años murió y otras tres personas fueron heridas, dijeron los médicos. También la ciudad portuaria de Haifa, la tercera más importante de Israel, fue alcanzada por cohetes. Por lo menos cinco personas fueron heridas, dijeron fuentes médicas.
En Israel, el primer ministro Ehud Olmert enfatizó que el estado judío está decidido a derrotar a Jezbolá sin importar cuánto dure la lucha
En una ceremonia para recibir a inmigrantes en el Aeropuerto Internacional Ben Gurión, Olmert declaró: «Somos un pueblo fuerte, y tenemos la resistencia para una larga lucha … Continuaremos esta campaña para cumplir todos nuestros objetivos y para derrotar a los enemigos del pueblo de Israel».
Cuatro estruendosas explosiones estremecieron Beirut el martes, en los primeros bombardeos israelíes en casi dos días. Una densa nube de de humo se elevó desde el sur de la ciudad y sonaban varias alarmas de automóviles.