Conferencia de Roma por la crisis en Medio Oriente:

Esperanza de una tregua

A partir del próximo 26 de julio, se llevará a cabo -en Roma- la reunión del llamado ‘Grupo del Líbano’. Conformado por Francia, Reino Unido, Italia, Unión Europea, Estados Unidos, Egipto y el Banco Mundial (y en la que participarán también el secretario general de la ONU, Kofi Annan, delegaciones de varios Estados de Medio Oriente, incluido El Líbano, y ministros de España, Alemania, Rusia, Canadá y Turquía) intentarán hallar una solución a la crisis humanitaria en El Líbano y proponer una fórmula de acuerdo de paz para proponerlo a las partes en conflicto. Opiniones y declaraciones de las partes.

La canciller israelí, Tzipi Livni, declaró que aspira que en la conferencia internacional de Roma se demuestre que el mundo no aceptará nunca más «un Gobierno libanés débil, chantajeado por un Hezbollah, cargado de mísiles», afirmó en una entrevista publicada en el diario italiano ‘Corriere della Sera’.
Livni añadió que espera además que se apruebe un «plan económico para El Líbano, un paquete de ayudas, pero sobre todo una señal que la situación ha cambiado».
La ministra de Exteriores comentó que su país «sólo pide lo que pretende la ONU y el G8: que se aplique la resolución 1559 de las Naciones Unidas, sobre el desarme de las milicias libanesas».
«No nutrimos ninguna hostilidad hacia Beirut pero Hezbollah nos bombardea desde hace meses, desde bunker y rampas en territorio libanés. Tenemos que reaccionar. Un Hezbollah menos feroz tras el alto el fuego de nuestros ataques ayudará al Primer Ministro libanés Siniora a retomar el Gobierno del país», dijo Livni mostrándose disponible a un alto al fuego.
Por último, solicitó que, en Roma, se califique al Hezbollah como «un grupo de terroristas yihaidistas, como dice Estados Unidos».
Romano Prodi, el Presidente de Italia, explicó que uno de los objetivos de la reunión será «obtener una tregua en el conflicto. Hemos querido organizar esta cumbre para afrontar problemas fundamentales: el primero es el alto al fuego, el segundo los problemas humanitarios de los refugiados y el tercero es la fuerza de interposición para que se intente dar un mínimo de seguridad tanto a Israel como a El Líbano», añadió.
El rey Abdula declaró, por su parte, que habrá una guerra en el Medio Oriente si las gestiones diplomáticas fracasan debido a lo que él calificó como la «arrogancia israelí».
«Si la opción de la paz fracasa como resultado de la arrogancia israelí, la única alternativa que quedará es la guerra, y sólo Dios sabe lo que padecerá la región en un conflicto que no excluirá a nadie», dijo el monarca.