Castro marcó su impronta desde la puerta del avión en el aeropuerto de Pajas Blancas, por lo pronto desmintió con su sola presencia los rumores sobre su estado de salud. «Yo me muero casi todos los días», diría luego.
Fidel agradeció el gesto comercial y político de sus pares latinoamericanos, y mencionó especialmente a Lula, a Chávez y a Kirchner.
«De verdad, me siento muy bien», dijo Fidel por si quedaban dudas y una vez que ingresó al hotel se dedicó a saludar y hablar con periodistas, funcionarios y gente de protocolo.
En una entrevista con periodistas venezolanos tuvo tiempo para referirse al conflicto en Medio Oriente. «Es difícil. Parecen locos los victimarios, parece que en Israel este señor Olmert es peor que Sharón» dijo.
Respecto al MERCOSUR, afirmó que «esta integración tiene enemigos de siglos y no son felices cuando se hace esta reunión», y agregó: «uno de los motivos que más nos condujo a venir fueron los cables internacionales y la importancia que le dieron a esta reunión» porque el MERCOSUR -afirmó- «está más pujante que nunca».