Crisis en Medio Oriente:

Blair y Annan buscan detener el conflicto

En una escalda que, hasta el momento, se cobró 200 muertos, Koffi Annan pide una tregua en la zona para poder enviar tropas y Tony Blair asegura que el envío de soldados es "la única forma de impedir ataques a Israel".

Tony Blair y Kofi Annan pidieron el despliegue de una fuerza internacional en el sur de El Líbano con la misión de impedir los bombardeos en territorio israelí y de poner fin a los ataques de las milicias chiítas de Hezbollah. Para que esto sea posible, las dos partes en conflicto deberán primero suspender «las hostilidades», requirió Kofi Annan. El secretario general de la ONU y el primer ministro británico hicieron estas declaraciones tras reunirse hoy en San Petersburgo al margen de la cumbre del G-8.
En tanto, la milicia israelí bombardea hoy de forma masiva y sin precedentes posiciones de la milicia de Hezbollah en El Líbano, desde donde ésta dispara sus cohetes contra Israel, informaron fuentes militares a distintos medios de prensa internacionales.
Por primera vez, Herzbollah atacó localidades israelíes del valle de Jezreel, entre ellas Afula, la del Alto Nazaret -junto a la «Ciudad de la Anunciación», la Nazaret de la comunidad árabe-, la de Migdal Ha Emek, y Guivat Elá, a 50 kilómetros de la frontera con El Líbano, dentro del territorio de Israel oriental.
Las autoridades militares han advertido a la población del centro del país, incluidas las ciudades costeras de Herzlía, Natania y Tel Aviv acerca de la posibilidad de un ataque del Hezbollah con cohetes Zelzal, con un alcance de 200 kilómetros.
En el momento más crítico desde que comenzó el conflicto, las autoridades que resultaron ineficaces ante el conflicto entre Estados Unidos e Irak intentan mediar. «Vamos a avanzar rápidamente» en este tema dentro del Consejo de Seguridad de la ONU, afirmó Annan, que adelantó que tratará la cuestión durante las reuniones que mantendrá hoy con los líderes del G-8. «Varios países del G-8 son miembros clave del Consejo de Seguridad y espero que trabajen con nosotros para lograr el cumplimiento de un conjunto de medidas», agregó.
Éstas incluirían la liberación de los soldados israelíes capturados por Hezbollah y de los dirigentes palestinos arrestados por Israel, así como el cese de los ataques militares, y «el seguimiento de esta idea del envío de una fuerza de estabilización», explicó Annan.
La cumbre del Grupo de los Ocho emitió una declaración en la que ya avanzaba la posibilidad de una presencia internacional en el sur libanés y avanzaba el apoyo de los países más industrializados a una iniciativa del Consejo de Seguridad en este sentido.
«La cruda realidad es que la violencia no va a parar a menos que se creen las condiciones para el cese de la violencia», afirmó Blair por su parte. «La única forma que tenemos es el despliegue de una fuerza internacional que pueda poner fin a los bombardeos en Israel», añadió.
Las declaraciones de ambos dirigentes se producen un día después de que los líderes reunidos en la cumbre del G-8 fraguaran una respuesta unificada ante la crisis de Medio Oriente, en la que instaron a Hezbollah y Hamas a poner fin a la escalada de violencia y a reconocer el derecho de Israel a defenderse, al tiempo que pidieron al Gobierno israelí que «contenga sus respuestas».