Ocho israelíes murieron en Haifa cuando cayeron varios cohetes de Hezbollah, en el ataque más potente de la milicia libanesa desde el inicio de la crisis, y otras 20 personas resultaron heridas.
La CNN informó de que se está produciendo una segunda oleada de cohetes contra esa ciudad.
Los artefactos, según Hezbollah cohetes RAD-2 y RAD-3, impactaron en una estación de tren en un momento de gran afluencia de pasajeros, cuando muchas personas se desplazaban hacia sus trabajos en Tel Aviv.
La Policía pidió a los conductores que abandonaron los vehículos rápidamente para protegerse en lugares seguros durante la caída de los cohetes.
Haifa, con 250.000 habitantes y situada en el monte Carmel, alberga una numerosa población de origen árabe.
Tras el ataque, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, amenazó a El Líbano y a toda la región con «consecuencias mayores». Olmert afirmó que esta andanada «forma parte de un ataque asesino que tiene como objetivo atacar a civiles»… «el Estado de Israel -continuó- no puede y no tiene intención aceptar esto. No tenemos ninguna intención de ceder a las amenazas, hemos superado muchas pruebas, nuestros enemigos intentan interrumpir la vida en Israel. Fracasarán. La gente es fuerte y está unida en esta lucha», añadió.
La Policía de Haifa detuvo corresponsal de la cadena Al Jazeera en el norte de Israel, Elías Karam, acusándolo de que había aportado datos sobre el lugar donde cayeron los cohetes. Periodistas israelíes denunciaron la emisión de imágenes en directo de la zona de Haifa por parte de Al Jazeera cuando estaba siendo atacada.
El jefe de la oficina de Al Jazeera en la zona, Ualid al Omari, envió una carta de protesta a las autoridades israelíes en la que cuestiona el arresto de su corresponsal cuando varias cadenas y entre ellas una israelí como el Canal 10, también emitían esas imágenes.
Propuesta israelí
El Gobierno israelí ofreció su par de El Líbano salir de la actual escalada de violencia. Israel cesaría sus operaciones si Hezbollah libera a los 2 soldados secuestrados, el Gobierno de Beirut controla el sur de su país y consigue la retirada hacia el norte de la guerrilla chiíta de Hezbollah d emodo que nio puedan seguir lanzando cohetes sobre territorio israelí.
El anuncio de la tregua israelí fue informado por el ministro libanés de Información, Gazi Al Aridi, quien agregó que la propuesta llegó a Beirut a través de la mediación de Italia.
Poco después del ataque a Haifa, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha dicho ya que «nada nos impedirá conseguir nuestros objetivos».
Durante estos días, los aviones israelíes han castigado sin piedad las infraestructuras libanesas, en todo el país, pero sobre todo en Beirut, la capital, donde bombardearon el aeropuerto, el puerto, refinerías, centrales eléctricas, antenas y carreteras.
