«Lloro la muerte de Uday y Qusay y de todos aquellos que murieron luchando con ellos. Son el honor de esta Nación», fueron las palabras registradas en la cinta de audio en la que se escucha, supuestamente, a Saddam Hussein.
Saddam se refirió, también, a la «valiente batalla con el enemigo que se prolongó durante seis horas» en la vivienda de Mosul en la que sus dos hijos se habían atrincherado. «América será derrotada -añade-. Damos gracias a Dios por honrarnos con su martirio».
«Incluso si Saddam Hussein hubiera tenido cien hijos además de Uday y Qusay, aun así Saddam Hussein los habría sacrificado», señala la voz, que sostiene que ése habría sido el deber del derrocado presidente iraquí ante Dios y su tierra natal.
«Los ejércitos enemigos no pudieron atraparlos, de modo que utilizaron la fuerza aérea después de una batalla de seis horas», dice la voz de la cinta, que la emisora con sede en Dubai aseguró haber recibido apenas pocas horas antes.
El supuesto Saddam se refirió también a la muerte de su nieto Mustafá (hijo de Qusay) en el mismo ataque que murieron sus hijos. «Uday, Qusay y Mustafa son mártires que esperan el paraíso, y damos las gracias a Dios por habernos concedido este honor, su martirio».
«Alá es grande», repite varias veces. «Gloria a los mártires de la nación. Abajo, los dos mentirosos y sus asesores, abajo los sionistas, y viva Palestina libre desde el mar (Mediterráneo) hasta el río (Jordán) y viva Irak», concluyó en el mensaje en el que recitó versículos del Corán e hizo un llamamiento a Dios para que «ayude a los luchadores».
Se desconoce si la voz retransmitida por Al Arabiya es verdaderamente la de Sadam Husein, aunque los servicios de inteligencia estadounidenses han otorgado autenticidad al menos a la última de las grabaciones difundidas, la del pasado 17 de julio con motivo del 35 aniversario del partido Baas.
En los últimos días, el Ejército estadounidense ha reiterado, en varias ocasiones, que el cerco en torno al ex Presidente se está estrechando.
“Capturen a Saddam, vivo o muerto”
«Sería óptimo que Saddam Hussein sea capturado de forma segura y sin ningún daño para los soldados estadounidenses. Pero si no se puede, y hay riesgos para los soldados, entonces deberían matarlo», declaró el subsecretario Armitage a la cadena televisiva CNN quien se convierte -así- en el segundo funcionario estadounidense de alto rango que sostiene que lo importante es tener a Saddam Hussein, vivo o muerto.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, afirmó en el Congreso que el Pentágono permitió a los comandantes que están en el terreno, que tomen la decisión sobre si capturan o matan a los líderes del antiguo régimen iraquí.
«Si una persona está decidida a pelear hasta la muerte, ellos bien pueden darle entonces esa posibilidad», advirtió Rumsfeld sin mencionar específicamente a Saddam Hussein.
