“El mundo debe entender que este bombardeo es un sucio acto criminal», afirmó Abú Mazen quien, a pesar de sus declaraciones se mostró optimista de lograr un acuerdo que acabe con la crisis.
Mazen debe ser uno de los pocos líderes que está vencido por el pesimismo que fluye de esta crisis luego de que el brazo armado del Hamas y Ehud Olmert rechazaron las condiciones de negociación propuestas por Egipto.
Voceros del Hamas han afirmado que “los hermanos egipcios han presentado un número de propuestas que no responden a las exigencias de las facciones»; y el propio Olmert afirmó que «rendirnos hoy es una invitación a más extorsiones».
«Israel hará todo lo necesario», para recuperar a su soldado afirmó Olmert.
En un momento de tragedia como el actual, es fácil adivinar que tras esas palabras se esconde una operación militar de envergadura que incluiría una invasión terrestre de Gaza y una ofensiva contra los líderes de Hamas.
A pesar de este cuadro, Olmert aceptó abrir la frontera por unas cinco horas (el pasado 2 de junio) para hacer llegar ayuda humanitaria al pueblo palestino.