Kafka y el sionismo: una historia de Praga

¿Cuál fue el vínculo que tuvo el gran escritor judeo-checo con el movimiento sionista? Esa fue la pregunta disparadora de la clase magistral dictada por Dr. Enrico Lucca –investigador del Simon Dubnow Institut für Jüdische Geschichte- en el marco del ciclo de conferencias que organiza la Catedra Mendelssohn de Estudios Judíos de la Universidad de Buenos Aires (UBA)
Por Pablo Dreizik *

La clase del Dr. Enrico Lucca – dictada el 15 de agosto pasado y a la que se puede acceder completa mediante este Enlace.- exhibió como nota distintiva su contribución de nuevos elementos (fruto de su indagación en archivos y correspondencia) destinados a iluminar las relaciones entre Franz Kafka y la orientación principal del sionismo en su época. Aunque la exploración de este vínculo había ya encontrado en los últimos tiempos un renovado interés en las nuevas biografías –en su exposición del doctor Lucca se refirió a aquella de Rainer Stach que ya se encuentra publicada en español -, es la atención sobre la figura de Hugo Bergman la que le permitió ofrecer una reconstrucción acabada del cuadro histórico. Efectivamente, según se sigue de la exposición, fue Hugo Bergman –primer director de la Universidad hebrea de Jerusalem entre 1920 y 1935 y luego decano de la Universidad Hebrea de Jerusalem- una pieza clave para comprender la relación entre Kafka y el sionismo. En realidad, la relación se remonta a la propia historia del sionismo en Praga, una Praga que Enrico Lucca recuerda, no es ni la Praga actual turística actual ni la del estalinismo, sino una Praga en la que convivía la cultura alemana, checa y judía.
En esta Praga de comienzos del siglo XX, aunque el número de judíos sionistas era reducido, su expresión cultural era relevante y había encontrado expresión en la constitución de la asociación Bar Kojba con asiento en la capital checa. Particularmente, el vínculo de Kafka con la asociación Bar Kojba tuvo lugar a partir del nuevo cariz que la asociación adoptó a partir del ingreso a la misma, en 1903, de Félix Weltsch, de Hugo Herrmann y de Hans Kohn. La relación de Kafka con la asociación se dio a través de amistad personal con los mencionados miembros y con Arthur Bergmann; y por el repertorio de actividades culturales que comenzaba a desarrollar Bar Kojba, entre las cuales se destacaron las conferencias de Martin Buber hacia 1910 y la publicación de la colección Vom Judentum (“Sobre el Judaísmo”), que apuntaba a recuperar el tesoro espiritual, folclórico y cultural del judaísmo, particularmente del judaísmo de Europa oriental. Este último rasgo impactó poderosamente en Kafka, quien acusó recibo de esta influencia en su fascinación por la compañía teatral idish de Lemberg, en su atracción por el actor de teatro idish Yitzchak Lowy y en su participación en las veladas de lectura de textos en idish organizadas por la asociación Bar Kojba en la que participó el insigne Nathan Birbaum.

El Dr. Enrico Lucca, durante la clase maestra virtual dictada en la Cátedra Moses Mendelssohn, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA

Sin embargo, precisa Enrico Lucca en su conferencia, esta puesta en valor del acervo del judaísmo europeo-oriental no importaba en sí mismo un movimiento igual respecto al sionismo. Será sólo en el contexto de la caída del Imperio Austrohúngaro, del concomitante resurgimiento de los nacionalismos eslavos y de las consecuentes amenazas a la integridad de la población judía en Praga, que la perspectiva sionista –e incluso la perspectiva de una emigración a la Palestina de mandato británico- será considerada como relevante por Kafka. El profesor Enrico Lucca reconstruyó con rigor esta etapa que coincide con los últimos años del escritor. Los grandes hitos de este período lo constituyen el Congreso de Poalei Zion en 1920, el ascendente sobre Kafka de la figura de Aaron David Gordon –fundador del Hapoel Hatzair-, sus estudios de hebreo en 1917, la lectura de “Ruptura y duelo” en hebreo de Yosef Haim Brenner, las cartas a Milena Jesenská donde le manifiesta sus deseos de emigrar a Palestina y sobre todo la relación con Hugo Bergman.
Con esta exposición pudimos disfrutar de los contenidos, que fruto de su trabajo a lo largo de estadías académicas en Berlín, Viena y Jerusalem, el profesor Enrico Lucca nos brindó con generosidad, erudición y pasión.

* Director de la Cátedra de Estudios Judíos Moses Mendelssohn. Universidad de Buenos Aires (UBA)