Greenpeace y las pasteras uruguayas:

El «papelón» de Gualeguaychú

Greenpeace calificó de “papelón” el discurso que el Presidente Néstor Kirchner brindó en Gualeguaychú en repudio a la instalación de las plantas celulosas, el pasado viernes 5 de mayo. Martín Prieto, titular de esta organización, agregó que su discurso “es por lo menos poco sincero”.

Martín Prieto, titular de Greenpeace en la Argentina, lamentó que en su discurso efectuado el viernes en Gualeguaychú (provincia de Entre Ríos), el presidente Néstor Kirchner “ni siquiera haya prometido un plazo” para adoptar un plan que evite la contaminación generada por las plantas de la Argentina.
Para Greenpeace, el discurso “es por lo menos poco sincero” y está “muy por debajo de las expectativas”. El discurso presidencial fue un “papelón” para Prieto.
Greenpeace exigió una preocupación legítima y calificó las palabras de Kirchner y de los gobernadores como «mensajes bastante similares (que) se registraron en diversas oportunidades en el pasado, dichos por anteriores presidentes y hasta por el propio Kirchner. Esperamos que ahora comience a hacerse realidad. Hasta ahora no existe una política ambiental y esperamos que se intente recuperar el tiempo perdido”.
Prieto recordó, “al menos, con los famosos mil días de María Julia Alsogaray para sanear el Riachuelo, pudimos después reclamar por la promesa incumplida. Ahora, vimos que Kirchner ni siquiera promete plazos concretos para evitar la contaminación de las celulosas. Además, es un discurso careciente de autocrítica en relación con lo que sucede con las actuales plantas de celulosa en la Argentina”.
Greenpeace le reclamó a Kirchner el impulso de un ‘Plan de Producción Limpia’: «Esto implica criterios acerca de los impactos que generan las plantaciones, implica dar prioridad a la utilización de tecnologías limpias y criterios acerca de las escalas y las localizaciones de las instalaciones. El Plan de Producción Limpia es establecer las bases para resolver este conflicto sobre criterios de desarrollo sustentable.
Greenpeace también estableció que recurrir a La Haya (hecho que ocurrió el jueves 4 de mayo cuando tres representantes argentinos viajaron a efectuar la denuncia del Gobierno), debería ser «la última etapa del conflicto (…) hay instancias de discusión que no se han explorado debidamente. Creemos que hay que discutir estos proyectos desde cero, y recurrir la Corte Internacional de Justicia no nos aproxima, necesariamente, a una solución de fondo respecto de la contaminación que generarán las plantas de celulosa».